Dominio naval: Portugal invirtió mucho en poder naval, construyó una flota de barcos avanzados y se convirtió en una fuerza dominante en el Océano Índico. Esto les permitió patrullar rutas comerciales, proteger sus colonias y disuadir a las potencias europeas competidoras.
Acuerdos diplomáticos: Los portugueses negociaron tratados y acuerdos con los gobernantes locales, otorgándoles derechos exclusivos para comerciar especias y otros bienes. A cambio, proporcionaban protección militar y otros beneficios.
Establecimiento de monopolios comerciales: Los portugueses intentaron monopolizar el comercio de especias controlando la oferta y los precios. Impusieron altos aranceles y restricciones al comercio con otros países europeos, lo que les dificultó competir.
Exploración y descubrimiento: Los portugueses realizaron extensas exploraciones y descubrimientos, buscando nuevas rutas a Asia y fuentes de especias. Sus exploraciones condujeron al establecimiento de nuevas redes comerciales y al descubrimiento de nuevas especias, lo que aumentó aún más su control sobre el comercio de especias.
Avances tecnológicos: Los portugueses fueron pioneros en nuevas tecnologías de navegación y construcción naval, lo que les permitió navegar distancias más largas y explorar nuevas regiones. Esto les dio una ventaja significativa sobre otras potencias europeas a la hora de acceder a regiones remotas productoras de especias.