1. Obesidad:Se sabe que Enrique VIII era obeso, y los registros históricos indican que pesaba alrededor de 285 libras (129 kg) en sus últimos años. Su peso excesivo ejerció presión sobre su cuerpo y sus articulaciones y probablemente contribuyó a otras complicaciones de salud.
2. Enfermedad cardiovascular:Enrique VIII tenía antecedentes de problemas cardíacos, incluidos dolores en el pecho, dificultad para respirar y episodios de desmayos. Probablemente padecía una enfermedad de las arterias coronarias, que puede provocar un ataque cardíaco.
3. Diabetes tipo 2:Los estudiosos sugieren que Enrique VIII presentaba síntomas de diabetes tipo 2, como sed excesiva, micción frecuente y mala cicatrización de heridas. La condición, que no se comprendía bien en ese momento, podría haber contribuido a su mala salud general.
4. Gota:Enrique VIII padecía gota, una enfermedad dolorosa caracterizada por inflamación de las articulaciones, a menudo en los pies y en los dedos gordos de los pies. Esto probablemente estaba relacionado con su dieta y estilo de vida, incluido el consumo excesivo de carne, alcohol y otros alimentos ricos.
5. Enfermedad renal:la obesidad, la diabetes y otros problemas de salud de Enrique VIII contribuyeron al deterioro de la función renal. Experimentó dificultades para orinar y se cree que tenía cálculos renales.
6. Úlceras en las piernas:En sus últimos años, Enrique VIII sufrió úlceras en las piernas, que eran llagas abiertas que se negaban a sanar. Estos pueden haber sido el resultado de mala circulación y complicaciones relacionadas con la diabetes.
7. Lesiones en la cabeza:Enrique VIII sufrió una grave lesión en la cabeza en 1536 cuando se cayó de su caballo durante un torneo de justa. La lesión, junto con los posibles efectos a largo plazo, podría haber afectado su salud física y mental.
Es importante señalar que el diagnóstico de las dolencias de Enrique VIII se basa principalmente en relatos históricos y síntomas descritos en documentos contemporáneos, ya que las técnicas de diagnóstico modernas no estaban disponibles en ese momento. Sin embargo, su combinación de obesidad, malos hábitos alimentarios y falta de ejercicio regular probablemente contribuyó al desarrollo y exacerbación de sus condiciones de salud.