Asunción de poder :La creciente popularidad y el éxito militar de César lo llevaron a su ambiciosa búsqueda del poder. Ignoró la autoridad senatorial, cruzó el río Rubicón (una frontera simbólica) y marchó hacia Roma, convirtiéndose efectivamente en un dictador militar. Este acto socavó gravemente las instituciones y tradiciones de la República.
Guerra Civil :La rivalidad de César con Pompeyo y la facción conservadora en el Senado provocó el estallido de una guerra civil. El conflicto devastó partes de Italia, Grecia y Asia, debilitando la unidad de Roma y provocando importantes pérdidas de vidas. César salió victorioso, pero su uso de la fuerza contra ciudadanos romanos fue visto como una traición a los principios republicanos.
Centralización del poder :Después de conseguir la victoria, César consolidó el poder asumiendo múltiples puestos de autoridad, como cónsul, dictador y pontífice máximo. Redujo la influencia del Senado y tomó decisiones basadas en su propio juicio en lugar de seguir los procedimientos senatoriales tradicionales. Su concentración de poder erosionó las instituciones republicanas y allanó el camino para el sistema imperial que siguió.
Asesinato :La concentración de poder de César y su manejo de la guerra civil llevaron a la formación de una conspiración contra él. En el año 44 a. C., un grupo de senadores liderados por Bruto y Casio asesinaron a César en la Curia de Pompeyo. Este evento marcó un momento decisivo en la historia romana, puso fin a la República y, en última instancia, condujo al surgimiento del Imperio Romano.