Tres clases sociales: Platón propuso una división tripartita de la sociedad en tres clases distintas:los gobernantes (reyes filósofos), los guardianes (soldados y agentes de la ley) y los productores (agricultores, artesanos y otros trabajadores). Cada clase tendría su propio papel y responsabilidades específicas, con los gobernantes en la cima de la jerarquía social.
Educación y formación: Platón enfatizó la importancia de la educación y la formación para todos los ciudadanos, pero especialmente para los gobernantes y guardianes. Los gobernantes recibirían una educación integral en filosofía, matemáticas, ciencia y ética, mientras que los guardianes recibirían capacitación en aptitud física, habilidades de combate y disciplina moral.
Comunalidad y ausencia de propiedad privada: Para asegurar la unidad y cohesión de la sociedad, Platón abogó por la abolición de la propiedad privada y el reparto de los recursos entre los guardianes. Esto evitaría la acumulación de riqueza y el aumento de la desigualdad, y permitiría a los guardianes concentrarse en sus deberes sin las distracciones de las posesiones personales.
Democracia limitada para la clase productora: Si bien los gobernantes y guardianes tendrían la máxima autoridad en la sociedad, Platón sí permitió una forma limitada de democracia para la clase productora. Los productores podrían elegir representantes a una asamblea popular, que tendría el poder de aprobar o rechazar las leyes propuestas por los gobernantes.
Leyes y regulaciones estrictas: Platón creía en una sociedad ordenada y altamente regulada, con leyes y regulaciones estrictas que gobernaban el comportamiento de todos los ciudadanos. Estas leyes se basarían en los principios de justicia, equidad y bien común, y serían aplicadas por los guardianes.
Censura y Control del Arte: Platón abogó por la censura del arte, la literatura y la música para garantizar que promovieran valores morales y contribuyeran a la armonía de la sociedad. Creía que ciertas formas de arte podían corromper las mentes y las emociones de los ciudadanos, y que sólo se debería permitir el arte que defendiera los ideales del Estado.