Historia de Europa

¿Cómo se aliaron Alemania y Japón?

La alianza entre Alemania y Japón durante la Segunda Guerra Mundial se conoció como la Potencia del Eje. Aunque los dos países no tenían antecedentes de interacciones políticas, económicas o políticas antes de la Primera Guerra Mundial, se encontraron en una situación similar después de la guerra, y ambos enfrentaron las consecuencias de la derrota.

1. Situación posterior a la Primera Guerra Mundial: Después del final de la Primera Guerra Mundial en 1918, Alemania quedó debilitada por el Tratado de Versalles, que impuso severas restricciones a sus capacidades militares y económicas. Japón, de la misma manera, estaba lidiando con las secuelas de la guerra y preocupado por su posición geopolítica en la región de Asia y el Pacífico.

2. Intereses Económicos: Tanto Alemania como Japón estaban motivados por su deseo de expansión económica. Vieron la alianza como una forma de acceder a recursos y fortalecer sus ambiciones industriales, especialmente en Asia y Europa.

3. Sentimiento anticomunista: Ambos países compartían un miedo y una aversión mutuos al comunismo. En Alemania, el partido nazi llegó al poder con una plataforma que se oponía firmemente a la ideología comunista. De manera similar, Japón desconfiaba del creciente movimiento comunista en Asia, particularmente en China.

4. Sentimiento antioccidental: A Alemania y Japón les molestó la posición dominante de las potencias occidentales, especialmente Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia, después de la Primera Guerra Mundial. Se sintieron marginados y buscaron desafiar el orden internacional establecido por estos países.

5.Ascenso del fascismo y el militarismo: Ambos países experimentaron un aumento del fascismo y el militarismo durante el período de entreguerras. El partido nazi en Alemania y el gobierno militarista en Japón aplicaron políticas expansionistas agresivas, lo que los llevó a buscar alianzas y asociaciones.

6. Esfuerzos diplomáticos: A principios de la década de 1930, Alemania y Japón comenzaron a explorar la posibilidad de una alianza. Este proceso diplomático fue facilitado por intereses mutuos, negociaciones secretas y los esfuerzos de diplomáticos y formuladores de políticas de ambos lados.

En 1936, Alemania y Japón firmaron el pacto Anti-Comintern, formalizando su alianza y comprometiéndose a cooperar para oponerse a la expansión del comunismo. Esta alianza fue significativa porque reunió a dos potencias importantes con objetivos geopolíticos distintos y sentó las bases para su coordinación durante la Segunda Guerra Mundial.