Las Cruzadas no tuvieron un impacto significativo en el aumento del flujo comercial en Europa. Si bien las Cruzadas condujeron a un mayor contacto entre Europa y Oriente Medio, este contacto fue principalmente de naturaleza religiosa y militar. Había pocos incentivos económicos para que los europeos comerciaran con Oriente Medio durante esta época, ya que la región estaba envuelta en un conflicto y el transporte de mercancías era difícil y peligroso.
Además, las Cruzadas provocaron una disminución del comercio entre Europa y el Imperio Bizantino, que había sido un importante socio comercial de Europa antes de las Cruzadas. Los bizantinos estaban resentidos por las acciones de los cruzados y les impusieron restricciones comerciales, lo que limitó aún más el flujo comercial en Europa.
En general, las Cruzadas tuvieron un impacto negativo en el flujo comercial en Europa.