¿Pensaste que la idea de superhéroe ¿Es exclusivamente actual? A lo largo de la historia siempre se ha imaginado individuos dotados de capacidades superiores y anómalas, gracias a las cuales ayudaron a la humanidad. No llevaban medias de colores, vale, pero Stan Lee y Joe Shuster no nacieron hasta el siglo XX. A continuación, y siempre con una sonrisa en la cara, veamos una lista de quince superhéroes de otros tiempos , según los conceptos que en ellos se manejaron.
1. Gilgamesh
El original y modelo de todos los grandes héroes literarios y mitológicos fue ideado en Sumeria, quién sabe si con alguna ligera base real.
Como hijo de Ninsun, diosa de Lagash, tenía poderes extraordinarios que utilizó en su búsqueda de la inmortalidad; algo que, como Batman con Robin, llevó a cabo con su compañero Enkidu.
Todo está narrado en el poema que lleva su nombre, donde aparece, por cierto, la primera referencia a un diluvio universal.
2. Krishna
También valdría la pena Rama. Realmente, en la compleja religión hindú, ambos son avatares o encarnaciones del dios Vishnu para realizar determinadas misiones en el mundo humano.
La epopeya Ramayana textos y Mahabharata Cuentan sus aventuras de una forma y otra respectivamente, enfrentándose a supervillanos como el demonio Ravana con la ayuda del rey mono Hanuman. Y además de eso, Rama/Krishna tiene la piel azul, al igual que Nightcrawler.
3. Hércules
Si alguien en la antigüedad clásica podía parecerse a Superman era Hércules, sin duda; incluso tenía un manto con forma de piel de león.
Era otro descendiente de divinidades (Zeus, que lo engendró con la reina Alcmena) que recibió su fuerza prodigiosa nada más nacer (estranguló dos serpientes en la misma cuna), llevó a cabo misiones prodigiosas (las famosas doce obras encargadas por el rey Euristeo) y acabó convirtiéndose en semidiós, accediendo al Olimpo.
4. Sansón
Otro hombre fuerte bajo protección divina capaz de acabar con ejércitos enteros sin ayuda de nadie.
Por supuesto, la ayuda de Yahvé siempre fue decisiva (y, si no, que se lo pregunten a Josué cuando derribó los muros de Jericó con un simple toque de trompeta).
Además, Sansón era sensible a su particular kriptonita, la melena, y tenía poderosos archienemigos, los filisteos.
5. El Golem
La tentación aquí es demasiado grande para dejarla pasar. Si alguien puede interpretar el papel de la Cosa, aunque sólo sea por su apariencia pétrea, ese es el Golem.
Se trataba de un homúnculo de arcilla al que la mitología judía otorgaba un papel protector en casos críticos. Uno de ellos tuvo lugar cuando los pogromos del siglo XVI en Praga llevaron al rabino Löw a crearlo, convirtiéndose en un eficaz guardaespaldas de la comunidad hebrea a pesar de ser mudo y algo limitado de entendimiento (interpretaba las órdenes al pie de la letra).
Una vez pasado el peligro, su vida fue retirada, pero su cuerpo se guarda en el ático de una sinagoga, por si acaso.
6. San Jorge
¿Cuál sería la pesadilla de un dragón? La respuesta es este caballero de brillante armadura cuyos orígenes se fusionan con los de un soldado romano cristiano que fue martirizado en el siglo III pero hizo fortuna en la Edad Media.
No mató al dragón con superpoderes, pero resucitó cuando Diocleciano ordenó su ejecución desmembrándolo.
Desde entonces aparece también milagrosamente para ayudar a los ejércitos cristianos. Es decir, como el apóstol Santiago, cambiar.
7. El Caballero Verde
Este personaje, originalmente llamado Bercilak de Hautsdesert, forma parte de los mitos artúricos.
Fue Sir Gawian quien tuvo la oportunidad de poner a prueba su curioso superpoder, decapitándolo y observando al caballero volver a colocar su cabeza en su cuello antes de exigir reciprocidad dentro de un año.
Al final lo perdonó porque Gawain era muy puro y casto, como sabemos. Por cierto, el verde alude al color de su piel; Ventajas de jugar con la hechicera Morgana.
8. Sigfrido
Uno de los protagonistas del Cantar de los Nibelungos es Siegfried, cuyo funeral Wagner puso música magistralmente.
Este héroe proviene de la saga nórdica Sigurd y obtiene sus poderes bañándose en la sangre de un dragón que acaba de matar, que recuerda un poco a Aquiles.
Siegfried se vuelve así invulnerable y encima recibe un manto que le otorga invisibilidad. Nada de esto le salva de ser traicionado con una lanza.
9. Rostam
Los persas también tenían su superhéroe. Era tan grande que al nacer necesitó alimentarse de diez nodrizas, logrando una gran fuerza y una larga vida. Destructor de demonios y bestias monstruosas, protegió a Persia durante cinco siglos hasta que su traicionero medio hermano Shaghad lo arrojó a un pozo con estacas envenenadas.
Rostam tuvo tiempo de tomar represalias antes de morir, disparándole una flecha con tal fuerza que atravesó el tronco de un árbol antes de clavarse en Shaghad.
10. San Patricio
No siempre impone la fuerza bruta, como demuestra el profesor Xavier. Lo mismo hizo San Patricio, un misionero que llegó a Irlanda en el siglo V y expulsó a las serpientes del país con sencillas exhortaciones.
La metáfora ofídica del paganismo es obvia. Dicen las malas lenguas que después se dedicó a buscar tréboles y a hacer cerveza.
11. Roldán
O Roland, en francés; el de la famosa chanson . Cuenta que fue un gran guerrero del siglo XI, vasallo de Carlomagno, capaz de contener a cien mil sarracenos para dar tiempo a su rey a ponerse a salvo... a costa de su propia vida.
Tuvo ayuda, eso sí:la espada de su Durendal encantado e irrompible, que sólo él podía manejar. Recuerda un poco al martillo de Thor, ¿verdad?
12. El Cid
La versión española -o castellana- de Roldán es Rodrigo Díaz de Vivar, un personaje histórico cuyas hazañas le valieron el sobrenombre de Cid Campeador y que han sido narradas en la bella canción del mismo nombre (y en una memorable película protagonizada por Charlton Heston) .
El Cid no tenía espada mágica, pero aparentemente no la necesitaba; Se puede comprobar no sólo en el episodio más famoso, el de la batalla contra los musulmanes que gana tras su muerte con la simple presencia de su cadáver, sino también en el de la humillación de sus yernos, cuando agarra al león por la melena que los hizo huir y lo devuelve a su jaula.
13. Guillermo Tell
La precisión y puntería con la ballesta de este personaje suizo -que realmente existió- se convirtió en leyenda allá por el siglo XV.
En una historia que guarda muchos paralelismos con la de Robin Hood, la clave fantástica no está tanto en el hecho de que Tell consiga perforar una manzana colocada en la cabeza de su hijo por orden del malvado Albrecht Gessler, sino en la prodigiosa fuerza que utiliza dar vuelta el barco en el que fue trasladado en medio de una tormenta y luego recorrer el país para vengarse.
A cambio, impulsó el nacimiento de la confederación Suiza.
14. San Francisco de Asís
Otro santo más para la lista. Por mediación del poder de Dios, San Francisco no sólo pudo reproducir en su cuerpo los mismos estigmas que tenía Cristo cuando fue crucificado, sino que también levitaba hasta una altura de tres a cuatro codos.
Nada comparado con su capacidad para hablar con los animales, un superpoder que le resultó útil para convencer a un lobo de que dejara de aterrorizar a un pueblo.
15. El barón de Münchausen
Afortunadamente, el personaje literario no se parece en nada al real (Karl Friedrich Hieronymus), mucho más aburrido.
El barón de la novela es el superhéroe completo porque lo hace todo:tiene superfuerza, superoído, supervista, supervelocidad... aunque sea a través de los distintos amigos que hace en el camino.
Subirse a una bala de cañón cuando ésta dispara es digno de mención, pero llegar a la Luna en un globo, respirar sin problemas y regresar a la Tierra descendiendo por una cuerda, alcanza la excelencia.