Historia antigua

Ataque a Sarajevo (28 de junio de 1914)


Ataque a Sarajevo (28 de junio de 1914) Durante el ataque de Sarajevo 28 de junio de 1914 , El archiduque Francisco Fernando, heredero del trono del Imperio austrohúngaro, y su esposa Sofía son asesinados por el estudiante bosnio Gavrilo Princip. Este doble asesinato se produce en un contexto de fuertes tensiones entre las principales potencias europeas en un contexto de creciente nacionalismo. El asesinato de Francisco Fernando en Sarajevo, atribuido a Serbia por el gobierno austrohúngaro, fue la causa del estallido de la Primera Guerra Mundial.

Barril de pólvora de los Balcanes

En Europa, las grandes potencias crearon diferentes alianzas. Sin embargo, naciones como Rusia y Austria-Hungría tienen derechos sobre la región de los Balcanes, que durante mucho tiempo fue parte del Imperio Otomano. Desde 1830, algunos pueblos balcánicos se han levantado y han obtenido su independencia a expensas de los turcos. Este es el caso de Grecia, que obtuvo su autonomía gracias al apoyo de Europa. En el Congreso de Berlín de 1878, el Imperio Otomano perdió todas sus posesiones en los Balcanes, excepto Tracia.

Como resultado, se crean dos nuevos países, Serbia y Rumania, y nace una nueva provincia autónoma, Rumelia. Tesalia está adscrita a Grecia y Rusia integra las regiones de Kars, Batum y Ardahan. Austria-Hungría administra Bosnia-Herzegovina e Inglaterra recibe la isla de Chipre. Sin embargo, el clima inestable persiste en la región.

Los nacionalismos se exacerbaron cada vez más y, hasta 1908, el Imperio austrohúngaro y Rusia se pelearon por ciertos territorios. Así, Bosnia-Herzegovina, formada por serbios y eslavos, fue anexada definitivamente por Austria-Hungría en 1909. Los serbios, descontentos, quedaron impotentes, pero los rusos, sus aliados, interpretaron esta anexión como un insulto. Por tanto, la situación se vuelve confusa. Los distintos países o provincias se invadieron entre sí, lo que provocó sucesivamente dos guerras en el corazón de los Balcanes, la primera en octubre de 1912 y la siguiente en junio de 1913.

Ataque a Sarajevo (28 de junio de 1914) Serbia finalmente sale victoriosa de estos conflictos y se vuelve más poderosa. En Austria-Hungría, el emperador Francisco José tiene un heredero ambicioso, el archiduque Francisco Fernando, su sobrino. Este último cree que el Imperio austrohúngaro debe ocupar un lugar destacado en los Balcanes y poner fin a las pretensiones de Serbia.

El atentado de Sarajevo

Sobrino del emperador de Austria-Hungría, Francisco José I, Francisco Fernando se convierte en heredero de la corona, tras el suicidio del archiduque Rodolfo. Rápidamente interviene con autoridad en los asuntos del Imperio. Se hizo cargo del mando del ejército, del que se convirtió en inspector general en 1913. Multiplicó las medidas diplomáticas con Rusia y se mostró favorable a las comunidades eslovena, croata y bosnia para imponerles la supervisión austriaca. Esta actitud avergüenza a los serbios que planean reconstituir una Gran Serbia.

En junio de 1914, François-Ferdinand, acompañado de su esposa, partió hacia Bosnia y Herzegovina para inspeccionar las tropas. Los extremistas serbios no aceptan esta visita y planean asesinarlo el 28 de junio en Sarajevo. La procesión del Archiduque se muestra insegura y un primer ataque fallido trastoca la fiesta. Un primer conspirador arrojó una bomba sobre el coche en el que viajaban el archiduque y su esposa. Fracasa y se suicida, pero François-Ferdinand no parece conmovido por este incidente. Pronuncia un discurso en el Ayuntamiento. Unas horas más tarde, un estudiante serbio, Gavrilo Princip, mata a François-Ferdinand y a su esposa a tiros de revólver.

Ataque a Sarajevo (28 de junio de 1914) Princip, súbdito austriaco de origen bosnio, pertenece al grupo La Jeune Bosnia, que exige la igualdad de derechos para los eslavos en el Imperio. El hecho de que viajara a Serbia con sus cómplices para obtener armas, el gobierno austrohúngaro ve en esto una prueba de connivencia con la organización serbia Mano Negra. No sabemos si realmente fue este grupo el que fomentó el ataque, pero Austria-Hungría lo utiliza como pretexto para debilitar a Serbia e imponerle exigencias muy duras. Serbia acepta todas las condiciones excepto la llegada de investigadores austriacos, lo que obliga a Austria-Hungría a cortar todos los lazos diplomáticos y le lleva a declarar la guerra a Serbia.

El juego de las alianzas

En el contexto de las diversas alianzas establecidas por las grandes potencias, esta declaración de guerra obliga a cada país a respetar sus compromisos. Alemania, aliada de Austria-Hungría, se involucra en el conflicto. Para hacer frente a esta situación, Nicolás II de Rusia decide movilizar el ejército. Alemania está tratando de intimidarlo obligándolo a detener los preparativos militares.

El 1 de agosto, ante la negativa del zar, declaró la guerra a Rusia y, dos días después, a Francia, aliada de los rusos. Además, para sorprender a Francia, Alemania envió sus tropas a Bélgica a pesar de su neutralidad. El gobierno inglés reacciona ante la violación de la neutralidad belga y se opone a Alemania.

Hacia la Sagrada Unión en Francia

En Francia, la noticia del asesinato del archiduque Francisco Fernando no provoca muchas reacciones. El proceso de Henriette Caillaux, asesina del director de Figaro, Gaston Calmette, fascina a la multitud. La partida de Poincaré y del presidente del Consejo, Viviani, para una visita ceremonial a Rusia tranquiliza a los más preocupados. Austria-Hungría declara la guerra a Serbia durante el viaje y, hasta el 29 de julio, los franceses deben reaccionar y tomar una decisión ante la ausencia de estos dos importantes hombres.

Finalmente, Poincaré y Viviani regresan a París después de tranquilizar a Nicolás II de Rusia sobre su compromiso. Durante este período de incertidumbre, la opinión pública exigió la guerra para vengar la humillación sufrida en 1870 e impedir que los alemanes entraran en Francia. En este contexto, se forma una Unión Sagrada, término tomado del discurso de Poincaré del 4 de agosto. Se trata de la reunión de todos los franceses, de izquierda y de derecha, en un único impulso patriótico. Olvidadas las divisiones, todos se preparan para un breve conflicto... Será de otra manera.