Tales de Mileto ya era considerado por Aristóteles como el primer filósofo griego. Nacido alrededor del año 624 a.C. hoy se le reconoce como el precursor de la ciencia moderna, en el sentido de que intentó explicar el mundo a través de teorías e hipótesis, alejándose de la interpretación mitológica tradicional de los fenómenos y la naturaleza.
No se ha conservado ningún escrito de Tales, ni siquiera se sabe si escribió algo en su vida, pero lo que nos ha llegado a través de las fuentes le sitúa al frente de los Siete Sabios de Grecia, gracias a sus conocimientos y aportaciones en filosofía, matemáticas y astronomía.
Tampoco se sabe si era natural de Mileto (en la actual costa turca del Egeo) o, como señala Diógenes Laercio, procedía de Fenicia de donde eran sus padres. Pero lo que sí es seguro es que en Mileto era respetado por su sabiduría, y tanto jonios como lidios acudían a él en busca de consejo político.
Ya contamos aquí cómo predijo el eclipse solar del año 585 a.C., que sorprendió a medos y lidios en plena batalla del río Halis. Heródoto afirma (sin darle mucha verdad) cómo el rey lidio Creso había recurrido a Tales para que su ejército pudiera cruzar el río, cuyo caudal abundante hacía imposible vadearlo:
Hoy los historiadores no descartan por completo la veracidad de esta historia. Tales tenía los conocimientos necesarios para ello y, como decíamos, solía ser requerido como consejero por reyes y ciudades.
Pero a pesar de su fama, no estuvo exento de críticas por parte de sus conciudadanos. Tales no era un hombre rico, pero tampoco estaba en extrema necesidad. Probablemente vivía de forma sencilla entregado a sus investigaciones sin ocuparse de los asuntos materiales. Prueba de ello lo tenemos en lo que dice Aristóteles:
Para demostrar que los filósofos podían enriquecerse fácilmente si ese fuera su objetivo, Tales utilizó sus conocimientos para predecir que el verano siguiente habría una gran cosecha de aceitunas. Con un poco de dinero que había ahorrado, alquiló por adelantado todas las prensas de aceite de Quíos y Mileto a bajo precio, ya que nadie más pujó por ellas.
Cuando llegó el momento de la cosecha y los campesinos milesios fueron a prensar sus aceitunas, descubrieron que Tales les volvía a alquilar las prensas a precios mucho más altos.
De esta forma logró hacer una pequeña fortuna. Esta sería la primera mención histórica de la creación y uso de opciones (un tipo de contrato que otorga al comprador el derecho, pero no la obligación, de vender o comprar bienes a un precio acordado de antemano en una fecha futura).
Según otra versión, Tales no habría reservado las prensas sino que las habría comprado. Este hecho constituiría la primera ocasión documentada de la creación y utilización de contratos de futuros (Acuerdos que obligan a las partes contratantes a comprar o vender un determinado número de bienes en una fecha futura a un precio acordado de antemano).
Para Aristóteles las cosas estaban muy claras:
Dicen que los milesios, reconociendo la sabiduría de Tales, lo felicitaron por su sagacidad, pero Tales, recibiendo sus felicitaciones con una sonrisa, volvió a su forma de vida habitual y sencilla. Nunca más nadie sugirió que cultivaba la virtud porque era demasiado tonto para tener éxito en los asuntos mundanos .