Los más pequeños probablemente nunca habrán oído hablar de ello, pero sus padres o abuelos seguramente recordarán cómo en su infancia el maestro empuñaba constantemente un palo de madera, cuya sola presencia servía de disuasivo a la hora de hablar en el aula o hacer alguna travesura.
No era algo nuevo ni moderno. En realidad tuvo un origen muy antiguo y se remonta a la vitis (bastón o bastón), la vara que daba a los centuriones romanos su autoridad, y con la que la ejercían eficazmente sobre sus subordinados.
Era un palo de madera de vid de aproximadamente un metro de largo, que se usaba tanto en el ejército como en la marina romana. Portándolo distinguidos centuriones y algunos rangos superiores, como los evocati , quien lo utilizó como instrumento de dirección en la investigación y como elemento punitivo en caso de necesidad.
Todos los centuriones lo llevaban en el lado derecho, y era, junto con el yelmo con cresta cruzada (crista transversa ), el principal signo de su rango. Además, portaban la espada en el lado izquierdo, a diferencia de los legionarios, con el pugio a la derecha.
Recibir un golpe de vitis no era motivo de vergüenza, al contrario, era la única forma en que se podía castigar a un ciudadano romano, y en ese sentido era respetable.
Tácito en sus Anales habla de un centurión llamado Lucilio a quien sus legionarios apodaron cedo alteram (dame otro o vamos, otro ) por su tendencia a romper la vitis sobre ellos en repetidos ataques de furia. Sería uno de los primeros en perder la vida (a manos de sus subordinados) durante la gran revuelta iliria en el año 6 d. C., cuando los dálmatas y panonios se rebelaron.
Según C.E. Brand, la autoridad disciplinaria del centurión y su uso de la vitis para hacerla cumplir se basaba en el derecho consuetudinario que estaba firmemente arraigado en la organización legionaria . El escritor y político del siglo I a.C. Cayo Licinio Macro da cuenta de la autoridad que tenían los centuriones sobre los legionarios:
La vara suele aparecer en representaciones escultóricas y relieves de centuriones, principalmente en tumbas de los siglos I al IV d.C., ya que indica el estatus de la persona representada. Gracias a ello se sabe que su forma fue variada, y que evolucionó con el tiempo.
En los primeros años del Imperio era un palo recto, como un bastón, con la punta redondeada. Esta parte fue aumentando gradualmente de tamaño hasta que, en tiempos del Imperio Bizantino, tuvo forma de seta. Incluso se ha encontrado una estela en la que se representa el final de la vitis Tiene forma de flor de loto egipcia. En ocasiones puede tener nudos, más o menos gruesos, y una forma sinuosa en lugar de recta.
La vitis Evolucionaría hasta convertirse en una especie de maza durante la Edad Media, hasta llegar a la actual bastón de Oficial. presente en muchos ejércitos del mundo, consistente en un palo corto más parecido a un látigo que a un bastón que portan algunos oficiales. Quizás uno de los casos de uso más destacables sería el del general Patton, que utilizó uno durante la Segunda Guerra Mundial, pero con la particularidad de llevar un estoque oculto en su interior.