Historia antigua

Principios del taylorismo

Concebido como un método científico de organización racional del trabajo, el taylorismo se extendió en la industria capitalista a partir de finales del siglo XIX. Principios del taylorismo

Por Cuentos Pinto

La Revolución Industrial tuvo como una de sus consecuencias la profunda transformación en la forma de organización económica y social en los lugares donde tuvo lugar, y, en el siglo XX, esta transformación alcanzó a casi todo el planeta. El cambio en los métodos de trabajo estuvo en el origen de la Revolución Industrial, pasando de una organización del proceso de producción artesanal, característico de las corporaciones artesanales, a la manufactura, al inicio de la revolución.

Sin embargo, las luchas sociales que tuvieron lugar entre la llamada primera y segunda Revolución Industrial, así como las innovaciones tecnológicas en el proceso de producción resultantes de esta lucha, llevaron a la expansión de empresas y una concentración mayor del número de trabajadores en los centros de trabajo, marcando el inicio de la gran industria, a partir de mediados del siglo XIX.

Fue en este contexto que el taylorismo como forma de organizar a los trabajadores en el proceso productivo, adoptando métodos de trabajo considerados científicos y más eficientes.

El término taylorismo deriva del nombre del ingeniero estadounidense Frederick Winslow Taylor , que trabajó como obrero e ingeniero en empresas industriales de Estados Unidos. Taylor observó atentamente a los trabajadores y notó que había un control de los ritmos en los procesos de trabajo por parte de los trabajadores más experimentados. Seguían siendo ellos quienes enseñaban a los trabajadores novatos el trabajo a realizar en las fábricas. Esta situación concentraba los conocimientos necesarios para la fabricación de bienes en los trabajadores más experimentados, quienes, para reducir las ganancias de los patrones, mantenían un ritmo lento de producción, además de darles autoridad dentro de las empresas.

Para romper con esta situación, Taylor buscó a lo largo de su vida eliminar este conocimiento –y autoridad– sobre el proceso de producción de los trabajadores. El camino encontrado fue observar los gestos que realizan los trabajadores en el proceso de producción de bienes, para aislarlos y enseñárselos a los trabajadores. De esta manera, evitó que los vicios de producción y la reducción del ritmo de trabajo se enseñaran de un trabajador a otro. Al aislar los gestos, Taylor pudo hacerlos más eficientes, eliminando movimientos innecesarios.

Equipados con cronómetros, Taylor y sus asistentes también estipularon un tiempo mínimo para realizar los gestos y, de esta forma, producir lo más rápido posible las piezas de los bienes que eran responsables de fabricar. . . Ante la resistencia de los trabajadores a seguir estas pautas, Taylor buscó alentar a los trabajadores a pagar salarios de acuerdo con la cantidad de piezas producidas, intensificando el aumento de la productividad de los trabajadores.

El resultado de Taylor fue sorprendente, ya que logró aumentar significativamente la productividad, intensificando la división del trabajo, además de reducir el poder de los trabajadores dentro de las empresas. Sus vivencias quedaron registradas en algunas obras, entre las que destaca el libro Principios destaca. Gestión Científica . El libro se convirtió en un referente para los procesos de racionalización del trabajo en diversos sectores económicos, ya que su método podía aplicarse en cualquier sector, desde la construcción civil hasta el trabajo de oficina.


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