En la mitología griega, Hécate (en griego antiguo Hekátê) es una diosa de la Luna, hija del titán Perses (o de su tocayo, Perses hijo de Helios según la tradición) y de Asteria. Algunos autores la sitúan como madre de Escila, a quien habría tenido con Forcis o Apolo.
Su papel ha evolucionado con el tiempo. Homero no la conoce. En el Himno homérico a Deméter (c. 610 a. C.), ayuda a la diosa a buscar a Perséfone secuestrada por Hades:la lleva a ver a Helios, quien denuncia al Crónida. En Hesíodo, también desempeña un papel protector con los marineros y los niños, bastante similar al de Artemisa. Poco a poco, se asocia con el lado oscuro de la estrella lunar y recibe poderes de adivinación y hechicería. Luego la encontramos vinculada al linaje de magos como Medea y Circe. También se la conoce como chthonia, “la diosa del inframundo”.
En la época romana era frecuente representarla con tres cabezas o tres cuerpos, y se han encontrado numerosas estatuillas en antiguos cruces de caminos, lugares de geomancia por excelencia.