La forma original es âlfr, pl. alfa. Etimología incierta. Esta palabra puede expresar una idea de “brillo” o “blancura”.
Criaturas completamente enigmáticas, los alves pueden provenir de la mitología inferior (a menudo se los confunde con los enanos) o, por el contrario, remontarse a orígenes divinos (se los cita frecuentemente en paralelo con los dioses ases, por ejemplo en el Vôluspk), o incluso hacer referencia a alguna influencia oriental o cristiana (por ejemplo los querubines).
Snorri distingue entre alves claros, alves negros y alves oscuros (ljôsâlfar, svartcilfar y dôkkàlfar, si las dos últimas categorías no designan lo mismo). Parece que los alves gobernaban las facultades mentales. Otra tradición los convertiría en divinidades de la fertilidad-fecundidad. Las criaturas sobrenaturales son muy numerosas en el folclore escandinavo y germánico. La imagen de los elfos, más o menos femeninas, danzantes y criaturas idílicas, se remonta a una tradición medieval y encontró gran popularidad en la época romántica.