Tortura vikinga consistente en abrir la caja torácica de la espalda, separar las costillas de la columna y extraer los pulmones de la víctima que se supone aún está viva...
Se suponía que la respiración de la víctima causaba que estas se hincharan en la espalda de la víctima dando la impresión de alas extendidas (aunque es muy dudoso que alguien pudiera sobrevivir a la primera parte del "tratamiento"). /P>
Parecería que esta tortura no tiene realidad histórica. Los primeros en Europa en hablar de ello son los monjes, que fueron las principales víctimas de las primeras incursiones vikingas, una especie de propaganda destinada a demonizar a los invasores del norte.
Fuentes escandinavas también hablan del águila de sangre, pero los investigadores se preguntan si en realidad no se trata de una mala traducción de cierto texto o de una figura retórica que describe la muerte de un enemigo.
Los hijos de Ragnar Lothbrok ejecutaron así al rey Aelle de Northumbria para vengar la muerte de su padre según la leyenda.
En la literatura moderna, a Robert E Howard, el padre de Conan el Bárbaro, le gustaba mucho esta tortura.