Historia antigua

La Asamblea Constituyente (9 de julio de 1789 - 30 de septiembre de 1791).

La Asamblea Constituyente (9 de julio de 1789 - 30 de septiembre de 1791).

12 de julio de 1789:París se entera del despido de Necker. El pueblo, exasperado por el alto coste de la vida, la presencia de grandes tropas a las puertas de la capital y atraído por los oradores del Palacio Real* (de ahí el rumor de un complot orleanista), decidió ir a los arsenales para armarse contra los "bandidos" y los "enemigos de la nación". Dos días después, mil parisinos convergen en la Bastilla* con la intención de obtener armas. Tras un violento asedio, la antigua prisión cayó en manos de los insurgentes. Siete prisioneros son liberados. El gobernador Launay y los soldados de la Bastilla son masacrados, así como Flesselles.
El acontecimiento, por grandioso que sea, adquiere la fuerza de un símbolo, el del pueblo soberano, victorioso sobre el real. absolutismo. Además, la toma de la Bastilla introdujo la Revolución Francesa en una nueva era, la del papel de París, de su pueblo, de su municipio (encabezado por Bailly), de su Guardia Nacional (con su comandante, el popular marqués de La Fayette).

El 17 de julio, habiendo sido llamado Necker, Luis XVI fue al Hôtel de Ville de París; fue aclamado por una gran multitud bajo cuya mirada recibió de manos de Bailly la escarapela azul y roja de la capital:nacieron los tres colores.
En todo el reino el movimiento municipal s amplificado, pero nuevos peligros se cernían sobre Francia. Durante el verano de 1789, una auténtica psicosis colectiva se apoderó del campo, propagada por la vagancia debida a la escasez y a una angustia mantenida, se dirá, por los extranjeros. Las poblaciones se arman y cometen exacciones contra los nobles, a menudo los masacran y destruyen los títulos feudales. Este estallido insurgente se conoce como el Gran Miedo. Tuvo un impacto directo en la Asamblea Nacional Constituyente:la abolición de los privilegios, ofrecida la noche del 4 de agosto* a instancias del vizconde de Noailles en el "altar de la patria", mientras Luis XVI era proclamado "restaurador de la patria francesa". libertad". Se acaba de dar un nuevo paso en el proceso de igualación, aunque los métodos de aplicación de las medidas adoptadas con el entusiasmo del 4 de agosto aún deben definirse y luego viabilizarse. El 26 del mismo mes, con el mismo espíritu de generosa franqueación, se adoptó la Declaración* de los Derechos del Hombre y del Ciudadano.


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