Historia antigua

El uniforme de un coronel albanés

El uniforme de un coronel albanés

Los recién llegados se unirán a los primeros voluntarios. En octubre de 1936 se formó la primera de las brigadas internacionales:la 11.ª. Cuenta con cinco batallones de 600 hombres cada uno, de las centurias. Su primer líder es un francés, el capitán Jules Dumont.
Si no se parecen a las milicias populares, las brigadas internacionales tampoco se parecerán a las unidades regulares de otros ejércitos. Los oficiales de carrera son buscados, pero poco frecuentes, y la mayoría de los líderes están capacitados en el campo. Además, cada brigada, cada batallón, incluso cada compañía, publica su periódico y se reúne periódicamente para discutir. Finalmente, siguiendo el ejemplo del Ejército Rojo, los comandantes son asistidos (y supervisados) por comisarios políticos.

Este doble carácter -político y militar- que ya había adoptado el 5º regimiento español implica una doble jerarquía. Desde el punto de vista militar, las brigadas internacionales están incorporadas al Ejército Republicano Español y dependen únicamente del Alto Mando. Su líder supremo es el general José Miaja Menant, uno de los pocos oficiales generales que se mantuvo leal a la República. Pero su control político está asegurado por una organización compleja, la base de Albacete, encabezada por André Marty, uno de los líderes del Partido Comunista Francés y del Comintern.
En su novela Pour qui sonne the sentencia de muerte, Ernest Hemingway dibujó un retrato poco halagador de Marty. La realidad tiene más matices.

Catalán, originario de Perpiñán, Marty, suboficial mecánico de marina en 1919, fue enviado al Mar Negro para luchar contra los bolcheviques e intentó instigar el motín de la tripulación de su barco. Juzgado y encarcelado, se convierte en un héroe para los revolucionarios. El hombre es todo de una sola pieza:tiene la fe marxista y su moral es austera, pero es tiránico, sujeto a ira enfermiza, viendo enemigos en todas partes excepto, a veces, donde realmente están.

Exigente para sí mismo y para los demás, es un excelente organizador.
La tarea que le espera en España no es fácil. Se trata de dar cohesión a un ejército que es un verdadero mosaico de nacionalidades. Es más, si la mayoría de los que vienen a alistarse en las brigadas son militantes, idealistas, no faltan reclutas inservibles, ni aventureros, ni siquiera manzanas podridas.
Au De primeras, se entra en Albacete. como si entraras en un molino. Un día vemos a un recién llegado sacar de su maleta un magnífico uniforme de coronel albanés:no es ni albanés ni coronel:está loco.
En Europa, la crisis y el desempleo son muy extendido. Edouard Herriot, señora de Lyon, aconseja a los desempleados que realicen un breve viaje a España.
Hay "soldados de fortuna", aquellos que aman la guerra por la guerra, por el saqueo, por las chicas, por la buena paga.
Con mano de hierro, André Marty restaura orden. "Ni mujeres ni aventureros", dijo cuando llegó. Para protegerse de los mercenarios. decide que los "internacionales" no tendrán, cualquiera que sea su rango, otro salario que el, muy exiguo, de la 2ª clase española.
Se establece un minucioso expediente sobre cada voluntario.
En esta tarea, Marty cuenta con la ayuda de "Gallo", cuyo verdadero nombre es Luigi Longo, hoy líder del partido comunista italiano.
A veces no es por orden de mando pero en el de la base de Albacete que las infracciones de disciplina serán castigadas con el pelotón de fusilamiento.


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