El yelmo es un casco de caballería emblemático de la caballería, que protege toda la cabeza.
Durante la Antigüedad, los griegos ya llevaban un casco que recordaba por sus formas el El casco medieval y el casco romano envolvían el cráneo exactamente de la misma manera, pero ambos dejaban la cara descubierta. Cuando apareció por primera vez a finales del siglo XII, el casco se componía primero de una simple gorra de acero a la que se adjuntaba una máscara que cubría la cara, y luego evolucionó cerrando completamente la cabeza para una mejor protección. El casco nasal cónico (de origen normando), utilizado hasta entonces en Europa desde el siglo X, quedará definitivamente en desuso en el siglo XIII.
Las sucesivas mejoras del casco, que consistían en cubrir cada vez más parte del rostro, dificultaron la identificación de su propietario. Podemos ver, en el tapiz de Bayeux, a Guillaume de Normandie obligado a levantar su casco para demostrar a sus hombres que todavía está vivo. Se cree que esto dio origen a la heráldica, la ciencia de los escudos de armas, con el fin de identificar a los combatientes por su escudo.
El casco podría mostrar una cierta investigación artística, con motivos florales o geométricos obtenidos mediante pintura, adición de remaches supernumerarios o relieves metálicos decorativos, escultura de la cruz que refuerza la parte facial, etc. En la inauguración de los torneos, los yelmos de los participantes Estaban rematados por una cimera, como los cascos antiguos, aunque en ocasiones mucho más trabajada. El conjunto se colocó cerca del escudo blasonado para la exhibición de los yelmos, un desfile durante el cual los heraldos identificaban a los justistas y las damas podían despedir a los caballeros que habían faltado el respeto al bello sexo.
Forma y evolución
A principios del siglo XIII, para proteger mejor la cara, se creó el casco cilíndrico, que envolvía toda la cabeza con hendiduras para los ojos. Aunque pocas armas contundentes podían llegar a la cabeza del caballero, la parte superior plana estaba un paso atrás respecto al casco que se usaba anteriormente. Las técnicas de forja mejoradas durante el siglo XIII permitieron volver a una forma cónica, lo que la hacía menos vulnerable a los golpes en la parte superior de la cabeza. Con el tiempo, el casco adoptó una forma ojival, conocida como pan de azúcar en el siglo XIV.
Al mismo tiempo, para dejar menos salidas para las flechas y especialmente para las lanzas de los adversarios que cargaban con la nueva técnica de la lanza tumbada, las aberturas de ventilación, así como las de visión, se redujeron considerablemente en número para el primero y en tamaño durante los segundos. Este casco era pesado y dificultaba la respiración, lo que explica por qué solo se usaba durante el combate.
A principios del siglo XIV, la máscara facial se volvió móvil, permitiendo así descubrir el rostro fuera de los momentos críticos. Esta última novedad, que mejoró considerablemente el confort del caballero, presagiaba la llegada del bascinet, más ligero, mejor diseñado para desviar los golpes y cuya visera facilitaba enormemente la respiración.
A finales del siglo XIV apareció un nuevo yelmo muy reforzado:el yelmo con cabeza de sapo. Sus superficies retraídas permitían desviar los golpes y fue muy utilizado en torneos y juegos.
El casco dejó de utilizarse por completo a finales del siglo XV, siendo sustituido por el armet y la ensalada.