En la batalla de Brignais, las Grandes Compañías Mercenarias derrotan al ejército real francés comandado por Jean de Melun, conde de Tancarville.
Desde el inicio de la Guerra de los Cien Años, Francia ha sido derrotada en Crécy (1346) y en Poitiers (1356), donde fue hecho prisionero el rey Juan II le Bon. No fue liberado hasta 1360. Durante la tregua, los mercenarios de las grandes compañías, que ya no cobraban, asolaron y saquearon el campo francés. El rey decide destruirlos. Estos se unen para resistir mejor.
El 6 de abril de 1362, la Tard-Venus, una compañía de mercenarios formada tras el Tratado de Brétigny, aprovechando el efecto sorpresa, descuartizó al ejército real en Brignais, al sur de Lyon. Allí murieron varios barones, entre ellos Jacques de Bourbon, conde de La Marche, condestable de Francia, y Louis d'Albon, conde de Forez. Además, muchos señores fueron capturados.
Esta derrota se debió a la falta de disciplina de los caballeros que, al no tener infantería, avanzaban sin la imprescindible protección de scouts y flankers (exploradores colocados en los flancos de un ejército).
La derrota provocó aún más pánico en el reino. Sin embargo, la unidad de los mercenarios no duró mucho, y el rey de Francia organizó campañas hasta España y Hungría para deshacerse de ellos.