Historia antigua

Los inicios de la caza de brujas

Los inicios de la caza de brujas

El término bruja, femenino de hechicero, deriva del latín vulgar sortiarius. , el “narrador de hechizos”. En el imaginario colectivo la brujería se asocia a la Edad Media, a las mujeres y al pacto con el diablo, lo que conviene matizar fuertemente. Si la caza de brujas realmente comienza el día 15 th siglo, termina a principios del XVIII th siglo, de modo que es especialmente el XVII th y XVIII th siglos que han conocido las más terribles oleadas de persecución.

En el 13 th y en el XIV th siglo, también hay muchos hechiceros varones, y si el sábado existe, está lejos de ser la acusación dominante antes del final del siglo 15. siglo. Hay que esperar al inicio del XIV e siglo para ver decisiones papales y tratados que condenan la brujería. En 1326, el Papa Juan XXII fulminó una bula en la que podemos leer:“Aprendemos con dolor la iniquidad de muchos hombres, cristianos sólo de nombre. Se ocupan de la muerte y pactan con el infierno, pues sacrifican a los demonios. »

Daño a la sociedad cristiana

Las piras comenzaron a encenderse, primero en las fronteras del Sacro Imperio y en el Delfinado, a partir de la década de 1440. En 1487, dos inquisidores dominicos, Heinrich Kramer y Jacob Sprenger, escribieron un manual demonológico, el Malleus Maleficarum . (Martillo de Brujas ). Se acusa a hechiceros y brujas de realizar actos de magia ritual, de invocar demonios para curar o dañar a la sociedad cristiana.

A finales de la Edad Media asistimos a una feminización, una popularización y un envejecimiento del típico practicante de la brujería. En el Delfinado, entre los sospechosos de brujería, las mujeres representan el 50% antes de 1415, el 70% a mediados del siglo XV. siglo y el 90% a principios del próximo siglo. En Lucerna, en la actual Suiza, el 91% de los acusados ​​de brujería en los procesos registrados entre 1398 y 1551 eran mujeres.

En su mayor parte, son pobres, aislados de sus familias y cada vez más ancianos. La anciana comienza a convertirse en la bruja arquetípica. A los ojos de la elite erudita y de la Iglesia, se supone que ella guarda secretos de "buenas mujeres" prohibidos a los hombres. La posmenopáusica es, según la teoría de los humores, de naturaleza fría y seca. Al no poder purificarse más mediante la menstruación, se vuelve tóxico.


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