Los visigodos son una de las ramas de los pueblos godos.
Su nombre significa “godos occidentales”, para diferenciarse de los ostrogodos o godos orientales.
Su origen está a orillas del Mar Negro, en la actual Rumanía, constituyendo uno de los varios pueblos germánicos (o bárbaros) que ocuparon el territorio del Imperio Romano de Occidente.
Hacia los siglos II y III, los godos abandonan su tierra natal y avanzan hacia Roma, como uno de los pueblos federados del Imperio. Los visigodos ya habían asimilado varias costumbres romanas al convivir con las legiones estacionadas en el río Danubio.
Pasan por la Península Italiana, se dirigen al sur de Francia y se instalan en la Península Ibérica. En el sur de Francia, llegaron en el año 418 a la ciudad de Toulouse y la convirtieron en capital del reino, hasta el año 507, cuando fueron expulsados por Clodoveo I.
Mientras tanto, los visigodos entraron en Hispania (España romana) como aliados de los romanos y les ayudaron a mantener la Península Ibérica a partir del siglo VI. Dos pueblos godos, suevos y visigodos, logran establecer reinos independientes.
Con la derrota y expulsión de los visigodos en el sur de Francia, los visigodos se concentran en la Península Ibérica. Posteriormente, el rey Leovigildo (572-586) somete a los suevos, creando un reino cuya capital será Toledo, en España.
Reino Visigodo
El reino visigodo duró del 420 al 711 y ocupó prácticamente todo el territorio de España y el sureste de Francia.
La monarquía visigoda era electiva y el soberano era elegido por una asamblea de nobles y miembros del clero. El rey era juez supremo, jefe del ejército y legislador, y gobernaba apoyado por el Consejo del Rey, que estaba formado por nobles en lo más alto de la jerarquía.
Sin embargo, al ser de carácter electivo y no hereditario, las luchas por el poder eran frecuentes.
Para que te hagas una idea, de treinta y cuatro reyes visigodos, diez murieron asesinados por sus familiares, nueve por cortesanos y sólo quince murieron de muerte natural.
Religión
Inicialmente los visigodos eran politeístas, pero a partir del año 240 se convirtieron al cristianismo arriano (arrianismo) predicado por el obispo Ulfilas.
El arrianismo afirmaba que Cristo no tenía la misma naturaleza que Dios y fue considerado una herejía desde el Concilio de Nicea en el año 325. A partir de entonces estas dos corrientes del cristianismo se enfrentarán en el campo de batalla.
Las guerras de religión, en el reino visigodo, sólo terminarían con la conversión del rey Recaredo I. Ésta confirmó la resolución del III Concilio de Toledo, en el año 589, que desterró la doctrina arriana. De esta manera logró unificar la religión en Hispania, convirtiéndose en un líder de la Iglesia y al mismo tiempo pudo contar con su ayuda.
Economía de los visigodos
Las actividades económicas de los visigodos se centraron en el cultivo de cereales y fueron ellos quienes trajeron a la Península Ibérica el cultivo de espinacas, lúpulo y alcachofas.
Siguiendo el modelo organizativo de finales del Imperio Romano, las ciudades perdieron importancia y los terratenientes empezaron a vivir en grandes “aldeas”.
Estos consistían en casas, iglesias y zonas de cultivo, que eran de gestión privada y contaban con su propio ejército.
Inicialmente, los visigodos dependían de los esclavos, pero gradualmente fueron reemplazados por colonos.
También tenemos estos textos sobre el mismo tema :
- Pueblos germánicos
- Pueblos Bárbaros
- Formación de Portugal
Referencias bibliográficas
QUERALT, María Pilar &PIQUER, Mar - Gran Libro de los Reyes de España. Ediciones Servilibro. 2006.
CORTÁZAR, Fernando García de - &VESGA, José Manuel Gozález:Breve Historia de España, Alianza Editorial:Madrid. 1995.
Nueva historia de España. Capítulo 3. El reino visigodo. Consultado el 09.09.2020.