A las niñas de familias ricas y reales se les enseñaban habilidades prácticas y tareas domésticas. Su educación se limitó a la lectura, la escritura y la aritmética. Algunos estuvieron expuestos a la literatura y la música.
Por otra parte, las niñas pobres y de clase media a menudo no recibían educación. Se esperaba que aprendieran habilidades prácticas para trabajar como amas de casa o sirvientas. Sólo un pequeño número de niñas obtuvieron acceso a la educación avanzada uniéndose a comunidades religiosas o recibiendo tutela privada.