Los griegos hicieron varias adaptaciones cruciales al alfabeto fenicio, dándole forma para adaptarlo a las necesidades de su propia lengua.
A a Alfa y E a Épsilon: Los griegos introdujeron sus propios caracteres vocálicos para alfa (A) y épsilon (E).
Vocales y consonantes separadas: Los griegos identificaban los sonidos vocálicos y designaban caracteres específicos para ellos, distinguiendo las letras vocálicas (a, e, i, o, u) de las consonantes. Por el contrario, la escritura fenicia asignaba un sonido consonante a cada letra y las vocales debían interpolarse mentalmente durante la lectura.
Consonantes adicionales: Para dar cabida a sonidos prevalentes en griego que estaban ausentes en fenicio, los griegos introdujeron nuevas letras consonantes, como gamma (Γ) para el sonido 'g' y phi (Φ) para el sonido 'ph'.
Direccionalidad: Los fenicios escribieron de derecha a izquierda. Después de experimentar brevemente con este estilo, los griegos invirtieron la dirección de la escritura de izquierda a derecha.
Orden del alfabeto griego: Los griegos organizaron su alfabeto en una secuencia diferente a la del alfabeto fenicio, probablemente siguiendo los patrones naturales de su idioma y sus preferencias pedagógicas.
El alfabeto griego final constaba de 24 letras, incluidas 7 vocales (a, e, i, o, u, y, w) y 17 consonantes (b, g, d, z, th, k, l, m, n, x, p, r, s, t, ph, ch, ps).
Así, los griegos transformaron el alfabeto fenicio para crear un sistema de escritura nuevo y refinado que satisfacía las necesidades específicas de su lengua y contexto cultural. El alfabeto griego resultante se convirtió en la base de muchos otros alfabetos, incluidos los alfabetos cirílico, latino y copto, y dio forma a la comunicación escrita en Europa y más allá.