* Migración del campo: A medida que la productividad agrícola aumentó en la Edad Media, muchos campesinos abandonaron sus aldeas en busca de mejores oportunidades en las ciudades. Esta migración provocó un rápido crecimiento de la población urbana.
* Falta de espacio: Las ciudades medievales a menudo estaban confinadas por murallas, lo que les impedía expandirse. Esto dificultó la adaptación a la creciente población.
* Sanidad deficiente: Las ciudades medievales eran a menudo sucias, con calles estrechas y sin pavimentar, alcantarillas abiertas y montones de basura. Este entorno insalubre hizo difícil prevenir la propagación de enfermedades.
* Guerras y hambrunas: La Edad Media fue una época de frecuentes guerras y hambrunas, que a menudo desplazaban a las personas y las obligaban a buscar refugio en las ciudades.
Como resultado de estos factores, las ciudades medievales a menudo estaban extremadamente superpobladas. Esto generó una serie de problemas, entre ellos:
* Enfermedad: El hacinamiento dificultaba el control de la propagación de enfermedades, que eran una de las principales causas de muerte en la Edad Media.
* Crimen: La falta de espacio y el gran número de personas que vivían cerca crearon un entorno propicio para la delincuencia.
* Pobreza: El hacinamiento dificultaba que la gente encontrara trabajo y se ganara la vida, lo que provocó una pobreza generalizada.
A pesar de estos problemas, las ciudades medievales también fueron centros de comercio, cultura y aprendizaje. Eran lugares donde la gente podía encontrar oportunidades que no estaban disponibles en el campo.