1. Establecimiento del Bakufu (Shogunato):
Ieyasu estableció el shogunato Tokugawa en 1603, centralizando el poder político en Edo (la actual Tokio). El shogunato actuó como gobierno militar, con Ieyasu como shogun.
2. Sistema Sankin-Kotai:
Ieyasu introdujo el sistema Sankin-Kotai, que requería que los daimyo pasaran años alternos en Edo y en sus propios dominios. Esto aseguró la presencia de sus familias como rehenes en Edo, impidiéndoles formar alianzas contra el shogunato.
3. Redistribución de tierras:
Ieyasu reasignó tierras entre los daimyo, reduciendo el tamaño de sus feudos e impidiendo la concentración del poder en unas pocas manos. Cedió áreas críticas cerca de la capital a vasallos leales, mientras que algunos nobles rebeldes perdieron sus tierras por completo.
4. Alianzas matrimoniales:
Ieyasu arregló matrimonios entre sus familiares y los de daimyo influyentes, creando vínculos políticos que fortalecieron su control sobre la nobleza.
5. Matrimonios Políticos:
Organizó matrimonios entre sus hijos y los de poderosas familias daimio. Estas alianzas crearon fuertes vínculos entre el clan Tokugawa y el resto de la nobleza, haciéndolos menos propensos a rebelarse contra el shogunato.
6. Rehenes:
Ieyasu también obligó a los daimyo a enviar a sus herederos a vivir en la corte del shogun. Esto aseguró que los rivales potenciales permanecerían bajo su supervisión, minimizando aún más el riesgo de rebelión.
7. Censura y Vigilancia:
Ieyasu implementó estrictas políticas de censura, controlando la difusión de información para evitar la disidencia. También creó una red de espías e informantes para vigilar de cerca las actividades y la lealtad de los daimyo.
8. Control Cultural y Religioso:
Ieyasu apoyó y promovió los valores confucianos de lealtad y obediencia a la autoridad, lo que ayudó a moldear la mentalidad de la nobleza. También impuso políticas religiosas que fomentaban la devoción a la familia Tokugawa.
9. Control Económico:
Ieyasu impuso regulaciones a la economía, restringiendo la acuñación de monedas y el control del comercio, lo que dio al shogunato una influencia significativa sobre los daimyo.
Al implementar estas medidas, Tokugawa Ieyasu consolidó con éxito el poder, evitó alianzas contra su gobierno y mantuvo el control sobre los nobles japoneses, estableciendo un régimen estable y duradero.