2. Cambios en las estructuras políticas y sociales: El surgimiento de los estados-nación y el declive del feudalismo llevaron a una disminución en la necesidad de castillos como fortalezas defensivas. En cambio, los castillos se centraron más en la comodidad y el lujo.
3. Cambios en estilos arquitectónicos: Los períodos del Renacimiento y el Barroco vieron el desarrollo de nuevos estilos arquitectónicos que enfatizaban la simetría, la proporción y los motivos clásicos. Los castillos ya no se construían según el antiguo estilo medieval, sino que se diseñaban para reflejar las últimas tendencias arquitectónicas.
4. Cambios en la tecnología: El desarrollo de nuevas tecnologías, como la imprenta y la brújula, hizo posible construir castillos más complejos y sofisticados que nunca. Los castillos ahora podían incorporar elementos como puentes levadizos, rastrillos y matacanes.
5. Cambios en la sociedad: El ascenso de la clase mercantil y el crecimiento de las ciudades provocaron un desplazamiento de la población del campo a las zonas urbanas. Esto significó que había menos necesidad de castillos para proteger las áreas rurales y más para proteger los centros urbanos.