1. Cocodrilos :
A veces se colocaban caimanes y cocodrilos en fosos en regiones cálidas de Europa, como el sur de Francia, Italia e incluso Inglaterra. Estos reptiles servían como un formidable elemento disuasorio para posibles atacantes, ya que su tamaño y fuerza podían causar lesiones graves.
2. Serpientes :
En los fosos se pueden encontrar varios tipos de serpientes, incluidas especies venenosas. Su presencia añadió una capa adicional de peligro para cualquiera que intentara cruzar el foso.
3. Pescado :
Los fosos a menudo contenían pescado, que podía proporcionar una fuente de alimento para los habitantes del castillo durante los asedios o épocas de suministros limitados.
4. Tortugas :
También se pueden encontrar tortugas acuáticas en los fosos. Si bien no se los consideraba una amenaza para los humanos, podían aumentar las defensas del foso al hacer más difícil para los enemigos afianzarse en el agua.
5. Anfibios :
Las ranas y otros anfibios pueden habitar en fosos, especialmente en zonas poco profundas y pantanosas.
6. Insectos acuáticos :
Es probable que en el ecosistema del foso estuvieran presentes libélulas, caballitos del diablo y otros insectos acuáticos, contribuyendo a su biodiversidad general.
Es importante señalar que los fosos no solo estaban llenos de animales con fines de defensa. También desempeñaron un papel en el paisajismo y la estética, eligiéndose ciertas especies por su apariencia y capacidad para mejorar el ambiente general del castillo o las fortificaciones.