1. Plan de navegación: Los galeones españoles utilizaban varias velas dispuestas específicamente para una navegación eficiente en diferentes condiciones. Con velas latinas triangulares en el palo mayor y el de mesana y velas cuadradas en el trinquete, estos barcos lograron el equilibrio perfecto entre rendimiento en ceñida y maniobrabilidad.
2. Diseño del casco: El diseño del casco del galeón combinaba resistencia estructural con eficiencia. Incorporaba características innovadoras como una proa redondeada y bulbosa con múltiples cubiertas y una superestructura elevada, lo que contribuía a mejorar las capacidades de navegación a barlovento.
3. Tonelaje y Capacidad: Los galeones españoles eran típicamente buques grandes, y algunos alcanzaban más de 1.000 toneladas de desplazamiento. Este tamaño proporcionaba una excelente capacidad de transporte de carga, esencial para viajes largos que transportaban valiosos tesoros y mercancías a través del Atlántico.
4. Maniobrabilidad: Los galeones exhibían una maniobrabilidad notable para su tamaño. Su combinación de velas y diseño de casco permitió virar rápidamente y ajustar las direcciones cambiantes del viento, lo que permitió una navegación efectiva incluso en condiciones marítimas desafiantes.
5. Potencia de fuego: Equipados con cañones pesados, los galeones desempeñaron un papel fundamental en las batallas navales. La colocación de cañones en varias cubiertas proporcionó una ventaja sustancial en potencia de fuego y permitió atacar múltiples objetivos de manera efectiva.
A pesar de sus notables cualidades, los galeones españoles no estuvieron exentos de limitaciones. No eran tan ágiles como los barcos más pequeños y, a veces, tenían problemas en mares agitados debido a su gran tamaño. Además, tenían un calado relativamente poco profundo, lo que podía limitar su uso en aguas poco profundas o entradas a puertos.