Historia antigua

¿Cómo sería para un sirviente contratado?

La vida como sirviente contratado era dura y exigente. Los sirvientes contratados estaban obligados a trabajar muchas horas, a menudo en puestos peligrosos. Recibían salarios exiguos y vivían en viviendas precarias. Tenían pocos derechos y siempre estuvieron sujetos a las exigencias de sus amos.

Los endeudados eran frecuentemente obligados a trabajar 16 horas por día, seis o siete días por semana. No tenían control sobre su trabajo y podían verse obligados a realizar diversas ocupaciones peligrosas. Con frecuencia se les obligaba a trabajar en lugares peligrosos, como minas, obras de construcción o barcos.

La remuneración de los sirvientes contratados frecuentemente era insuficiente para satisfacer sus necesidades básicas. Sólo se les proporcionó comida suficiente para sobrevivir y, por lo general, se les obligó a usar ropa de segunda mano. Se les exigía vivir en viviendas primitivas que frecuentemente eran insalubres y estaban superpobladas.

Las personas endeudadas tenían pocos derechos y fácilmente podían ser maltratadas por sus amos. Podían ser golpeados, azotados o castigados de cualquier otro modo incluso por infracciones modestas. No tenían oportunidad de escapar ya que si lo hacían serían considerados fugitivos y castigados duramente.

Las vidas de los sirvientes contratados eran difíciles, pero también representaban la oportunidad de un nuevo comienzo. Los sirvientes contratados que terminaron su condena obtuvieron su independencia y varios se convirtieron en ciudadanos productivos de la sociedad.