Los serbios comparten una ascendencia común con otros pueblos eslavos del sur, así como raíces culturales e históricas con otros pueblos balcánicos. El etnónimo "serbio" se menciona por primera vez en el siglo VII en De Administrando Imperio por el emperador bizantino Constantino VII Porphyrogennetos, quien los describió como una de las tribus eslavas que se asentaron en los Balcanes en los siglos VI y VII.
Se cree que los serbios se originaron a partir de un grupo de tribus eslavas conocidas como los serbios blancos, que vivían en la zona entre los ríos Elba y Saale en la actual Alemania. En el siglo VI, un grupo de serbios blancos emigró a los Balcanes y se estableció en las regiones de lo que hoy es Serbia, Bosnia y Herzegovina y Croacia.
El idioma serbio es miembro de la rama eslava del sur de la familia de lenguas indoeuropeas. La Iglesia Ortodoxa Serbia es el grupo religioso más grande entre los serbios, y la mayoría de los serbios son cristianos ortodoxos orientales.
Los serbios tienen un rico patrimonio cultural que incluye música, danza, literatura y arte tradicionales. También son conocidos por su hospitalidad, generosidad y sentido del humor.
Hoy en día, los serbios constituyen la población mayoritaria en Serbia y también son minorías importantes en Bosnia y Herzegovina, Croacia, Montenegro y Macedonia del Norte. También hay comunidades de diáspora serbia en muchos países del mundo, particularmente en Estados Unidos, Canadá, Alemania y Australia.