- Se utilizaban predominantemente fibras naturales como el algodón, la lana, el lino y la seda.
- Los materiales sintéticos como el nailon y el poliéster aún no se habían inventado.
- La lana y el algodón eran los materiales más habituales para el uso diario, mientras que la seda y el lino se utilizaban para ocasiones especiales.
Estilos y siluetas
- La ropa de mujer se caracterizaba a menudo por faldas largas y vaporosas, corsés y polisones.
- Los vestidos y blusas solían tener cuello alto.
- La ropa masculina incluía trajes sastre, chalecos y bombines.
- Los pantalones solían ser de cintura alta y de piernas anchas.
- Tanto hombres como mujeres usaban ropa interior larga para abrigarse.
Accesorios
- Los complementos femeninos incluían gorros, guantes, sombrillas y joyas.
- Los accesorios masculinos incluían relojes de bolsillo, bastones y paraguas.
Sastrería y construcción
- La ropa era frecuentemente confeccionada a mano, ya sea por modistas o en casa.
- Había máquinas de coser disponibles, pero no tan comunes como lo son hoy.
- La ropa solía estar bien hecha y diseñada para durar, con detalles como costuras y bordados a mano.
Colores y estampados
- Los colores de la ropa eran a menudo oscuros y apagados.
- Se utilizaban a menudo estampados, como rayas, cuadros y flores.
- La ropa solía adornarse con encajes, cintas y botones.
Influencias sociales y culturales
- Los estilos de ropa estaban influenciados por la clase social, la ocupación y las normas culturales.
- Por ejemplo, los ricos vestían ropa más cara y elaborada que los pobres, y la ropa de las mujeres era más restrictiva que la de los hombres.
Avances tecnológicos
- La Revolución Industrial trajo consigo nuevas tecnologías que influyeron en la industria de la confección.
- Se hizo posible la producción en masa de ropa prêt-à-porter, lo que hizo que la ropa fuera más asequible y accesible para una gama más amplia de personas.