- Rosbif con pudín de Yorkshire:un clásico almuerzo dominical británico, el rosbif normalmente se servía con verduras asadas, salsa y un pudín de Yorkshire crujiente hecho con masa.
- Chuletas de cordero a la parrilla:Chuletas de cordero tiernas, perfectamente asadas y sazonadas, acompañadas de guarniciones como salsa de menta, verduras y posiblemente incluso bubble and squeak, una mezcla frita de restos de puré de patatas y repollo u otras verduras.
- Platos de caza:Como rey con acceso a propiedades deportivas reales, Eduardo VIII tenía el privilegio de disfrutar de carnes de caza como faisán, venado o urogallo asados, que se habrían presentado durante las partidas de caza y las cenas formales.
- Budines tradicionales:El rey tenía predilección por los postres clásicos ingleses como el budín de pan y mantequilla, un reconfortante plato dulce elaborado con capas de pan, mantequilla, pasas y natillas; o podría disfrutar del roly-poly de mermelada, una masa horneada rellena de mermelada y servida con natillas o crema.
Estos platos reflejan las tradiciones culinarias inglesas y muestran los sabores que disfrutaba el ex rey durante su reinado a principios del siglo XX.