En la mitología griega, Hades era el dios del inframundo, el reino de los muertos. Era uno de los tres principales dioses olímpicos, junto con sus hermanos Zeus y Poseidón. Hades gobernaba el inframundo desde su palacio en lo más profundo de la tierra. A menudo se le representaba como un dios sombrío y serio, y era temido tanto por los dioses como por los mortales.
El inframundo era un lugar oscuro y lúgubre, donde se decía que los muertos vivían en oscuridad eterna. Estaba dividido en diferentes secciones, entre ellas el Tártaro, la parte más profunda y oscura del inframundo, donde se castigaba a los peores pecadores; los Campos de Asfódelos, donde vivían los muertos corrientes; y Elysium, donde los héroes y las personas virtuosas iban después de la muerte.
Hades no era un dios popular entre los griegos y rara vez era adorado. Sin embargo, era un dios poderoso y jugó un papel importante en la mitología griega.