La cota de malla consta de pequeños anillos de metal unidos entre sí para crear una prenda protectora flexible. Por lo general, está hecho de hierro o acero y puede cubrir todo el cuerpo o solo partes de él, como el pecho, los brazos y las piernas.
Durante el período anglosajón (siglos V al XI d.C.), la cota de malla era un símbolo de estatus y riqueza. Fue utilizado principalmente por los nobles ricos y sus guerreros. Los soldados comunes generalmente se conformaban con formas de armadura más simples y baratas, como cuero o prendas acolchadas.
A finales del período anglosajón, el uso de la cota de malla se había generalizado y la soldadesca general la usaba con mayor frecuencia. Sin embargo, todavía no era tan común como otras formas de armadura y, a menudo, estaba reservada para las tropas de élite.