Muchos huérfanos terminaron en orfanatos, que a menudo estaban superpoblados, eran insalubres y plagados de enfermedades. Los niños a menudo eran sometidos a abusos físicos y emocionales, y sus oportunidades de educación y progreso eran limitadas. Muchos orfanatos estaban dirigidos por organizaciones religiosas y los niños eran adoctrinados con estrictas creencias religiosas.
Los huérfanos que no estaban en orfanatos a menudo terminaban en las calles, donde mendigaban, robaban o se vendían para sobrevivir. A menudo eran explotados por adultos y corrían riesgo de sufrir violencia, enfermedades y hambre. Muchos huérfanos acabaron en el sistema de justicia penal y algunos incluso fueron condenados a muerte por delitos menores.
A continuación se detallan algunos aspectos específicos de la vida de un huérfano durante la Revolución Industrial en Gran Bretaña:
* Condiciones de vida duras: Los huérfanos a menudo vivían hacinados y en condiciones insalubres, y estaban expuestos a enfermedades y desnutrición.
* Falta de educación: Los huérfanos tenían pocas oportunidades de recibir educación, lo que limitaba sus posibilidades de mejorar sus vidas.
* Trabajo infantil: Muchos huérfanos fueron obligados a ingresar en asilos o fábricas, donde fueron sometidos a largas jornadas y condiciones peligrosas.
* Estigma social: Los huérfanos a menudo eran estigmatizados y culpados por la muerte o la pobreza de sus padres.
* Abuso: Los huérfanos a menudo eran sometidos a abusos físicos y emocionales, tanto en orfanatos como en asilos o fábricas.
La vida de un huérfano durante la Revolución Industrial en Gran Bretaña era difícil y era raro que un huérfano sobreviviera hasta la edad adulta. Muchos huérfanos murieron a causa de enfermedades, hambre o accidentes, mientras que otros recurrieron al crimen o la prostitución como medio de supervivencia. Sin embargo, hubo algunas historias de éxito y un pequeño número de huérfanos pudieron escapar de las dificultades de su educación y llevar una vida exitosa.