- El hormigón de la antigua Roma (Opus Caementicium) era una mezcla de cal, agua y un agregado de rocas trituradas y ladrillos rotos. Fue un material de construcción importante para los romanos, quienes lo utilizaron para construir una amplia variedad de estructuras, incluidos templos, acueductos, puentes y cúpulas.
- El proceso de elaboración del hormigón romano comenzaba mezclando cal y agua hasta formar una pasta y luego añadiendo el árido. Luego se vertió la mezcla en un encofrado, se apisonó y se dejó fraguar. El hormigón romano se destacaba por su resistencia y durabilidad, y todavía se utiliza en la construcción en la actualidad.
Piedra
- La piedra fue otro material de construcción importante para los romanos, quienes la utilizaron para cimientos, muros, columnas y otros elementos estructurales.
- El tipo de piedra utilizada variaba según la región, pero algunos de los tipos más comunes incluían el mármol, la piedra caliza y el travertino.
Madera
- La madera se utilizaba para diversos fines en la construcción romana, como vigas, vigas y puertas.
- El tipo de madera utilizada también variaba según la región, pero algunos de los tipos más comunes eran el roble, el pino y el cedro.
Ladrillo
- El ladrillo también se utilizó en la construcción romana, sobre todo en la última época del Imperio.
- Los ladrillos se fabricaban con arcilla mezclada con agua, moldeada y luego cocida en un horno. Los ladrillos se utilizaban a menudo junto con otros materiales, como hormigón y piedra, para crear paredes y otros elementos estructurales.