1. Riqueza :Los monasterios eran a menudo instituciones ricas que poseían grandes cantidades de oro, plata y otros objetos valiosos. Estas riquezas a menudo se almacenaban en el tesoro del monasterio o en la iglesia.
2. Falta de defensas: Por lo general, los monasterios no estaban muy fortificados, lo que los convertía en objetivos fáciles para las incursiones vikingas. Si bien algunos monasterios tenían estructuras defensivas, a menudo éstas no eran suficientes para resistir un ataque concertado por parte de un gran grupo de vikingos.
3. Aislamiento :Muchos monasterios estaban ubicados en zonas remotas, lejos del alcance de los ejércitos reales u otras formas de protección. Este aislamiento los hizo particularmente vulnerables a las incursiones vikingas.
4. Importancia religiosa :Los monasterios eran importantes centros de vida religiosa y cultural, y asaltarlos se consideraba una forma de socavar la fe cristiana y afirmar el poder vikingo.
5. Abundancia de alimentos y suministros: Los monasterios solían tener grandes reservas de alimentos y otros suministros, lo que los convertía en una valiosa fuente de provisiones para los vikingos. Esto era especialmente importante durante los meses de invierno, cuando la comida escaseaba.