Estas son algunas de las restricciones y obligaciones impuestas a los no musulmanes en el Imperio Otomano:
1. Impuesto Jizya :Los varones no musulmanes mayores de cierta edad debían pagar un impuesto especial llamado jizya. Este impuesto fue visto como un signo de sumisión y distinción de los musulmanes.
2. Restricciones al cargo público :Los no musulmanes fueron excluidos en gran medida de ocupar puestos de alto rango en el gobierno y el ejército.
3. Derechos legales limitados :Los no musulmanes tenían menos derechos legales en comparación con los musulmanes. Su testimonio no fue considerado igual ante el tribunal y enfrentaron ciertas limitaciones para poseer propiedades y ejercer ciertas profesiones.
4. Código de vestimenta :Los no musulmanes debían vestirse de una manera que los distinguiera de los musulmanes. Por ejemplo, se les podría exigir que usen ropa de un color diferente o un gorro distintivo para cubrirse la cabeza.
5. Prohibición de hacer proselitismo :A los no musulmanes no se les permitía convertir musulmanes a su fe.
6. Restricciones a la construcción de lugares de culto :Los no musulmanes tenían una capacidad limitada para construir nuevos lugares de culto o reparar los existentes.
7. Segregación en los espacios públicos :A los no musulmanes a menudo se les exigía que utilizaran instalaciones públicas separadas, como baños y cementerios.
8. Restricciones educativas :Los no musulmanes tenían un acceso limitado a la educación en comparación con los musulmanes. No se les permitía asistir a determinadas escuelas ni estudiar determinadas materias.
Estas restricciones y obligaciones se relajaron o abolieron gradualmente durante los últimos períodos del Imperio Otomano, particularmente en el siglo XIX, cuando el imperio experimentó una serie de reformas y esfuerzos de modernización.