Descubrimientos arqueológicos

La cabeza de Tecaxic-Calixtlahuaca, una extraña escultura de aspecto romano encontrada en un yacimiento de México

El sitio arqueológico de Calixtlahuaca se encuentra en la ladera de un cerro junto a la actual Toluca, en México. La ciudad, en la que se han excavado numerosos edificios, templos y otras estructuras, fue construida originalmente por la cultura Matlatzinca con el nombre de Tecaxic. Los mexicas la conquistaron durante el reinado de Axayácatl, destruyéndola y construyendo en ella una nueva ciudad, Calixtlahuaca.

Las investigaciones se iniciaron en la década de 1930, bajo la dirección del arqueólogo José García Payón, quien sacó a la luz la gran mayoría de edificios, restaurándolos. Entre los hallazgos realizados por García Payón se encuentra una singular y polémica escultura, conocida como la Cabeza de Tecaxic-Calixtlahuaca . Apareció en 1933 en un depósito de ofrendas o ajuar funerario encontrado bajo tres capas de suelo intactas de estructura piramidal.

El conjunto de objetos que se encuentran junto a la cabeza Incluía fragmentos de cerámica, piezas de oro, cobre, turquesa, cristal de roca, azabache y hueso, que fueron datados entre 1476 y 1510 d.C. Sin embargo, la cabeza , que parecía ser parte de una figura más grande de la que no se encontraron restos, resultó tener una extraña similitud estilística con los antiguos bustos romanos.

La cabeza de Tecaxic-Calixtlahuaca, una extraña escultura de aspecto romano encontrada en un yacimiento de México

Pasó desapercibida hasta que en 1961 el antropólogo austriaco Robert Heine-Geldern examinó la estatuilla y afirmó que debía ser helenístico-romana, datando alrededor del año 200 a.C. Nadie le hizo mucho caso y el asunto quedó en el olvido hasta 1990.

En ese año un estudiante de arqueología llamado Romeo Hristov (ahora profesor de antropología en la Universidad de Nuevo México) lo ubicó en el Museo Nacional de Antropología de México. Junto a Santiago Genovés revisaría las circunstancias del hallazgo así como la literatura relacionada con el mismo. Ambos publicaron un estudio titulado Evidencia mesoamericana de contactos transoceánicos precolombinos en 1999, donde por primera vez se argumentó la posibilidad de origen romano.

La cabeza de Tecaxic-Calixtlahuaca, una extraña escultura de aspecto romano encontrada en un yacimiento de México

Citaron la opinión de Bernard Andreae, entonces director del Instituto Arqueológico Alemán en Roma, de que la cabeza era inequívocamente romana . Además, añadió, el examen estilístico nos dice con mayor precisión que se trata de una obra romana de alrededor del siglo II d.C., y el peinado y la forma de la barba presentan las características típicas del período de los emperadores Severianos (193- 235 d.C.), exactamente según la moda de la época.

Y también el descubrimiento de otros objetos romanos en suelo americano, como las monedas encontradas en 1963 durante la construcción de un puente sobre el río Ohio en Louisville.

Las pruebas de termoluminiscencia realizadas en 1995 en el Instituto Max Planck de Heidelberg no aclararon demasiado las cosas, ya que arrojaron un intervalo tan amplio (datación de la cabeza entre el siglo IX a. C. y el siglo XIII d. C.) que cualquier origen era posible. Según Peter Schaaf y Günther A. Wagner, quienes publicaron un comentario sobre el trabajo de Hristov y Genovés en 1999 (Comentarios sobre “Mesoamerican Evidence Of Pre-Colombian Transoceanic Contacts” by Hristov And Genovés, in Ancient Mesoamerica ):

El profesor de antropología de la Universidad de Arizona, Michael E. Smith, señala cuatro posibilidades sobre la cabeza Tecaxic-Calixtlahuaca :

La primera es que se trata de un engaño. Puede que sea una escultura romana, pero colocada a propósito como una especie de broma. Según Smith, un profesor de la Universidad de las Américas llamado John Paddock solía decirles a sus alumnos que la cabeza Había sido una broma ideada por Hugo Moedano, un estudiante que participó en los trabajos arqueológicos. Sin embargo, no ha podido confirmar ni desestimar esta historia, ya que todos sus protagonistas han fallecido.

La cabeza de Tecaxic-Calixtlahuaca, una extraña escultura de aspecto romano encontrada en un yacimiento de México

La segunda posibilidad es que, incluso cuando la cabeza Puede tener origen romano, pero debió mezclarse posteriormente con los objetos de la excavación, por error. Se basa en que el arqueólogo García Payón no tomó notas exhaustivas de sus hallazgos, y que la colección de artefactos de Calixtlahuaca que hoy se puede contemplar en el Museo de Antropología de Toluca está repleta de cerámicas añadidas de otras excavaciones.

La tercera posibilidad es que la estatuilla, al ser igualmente romana, fuera introducida en Calixtlahuaca en los primeros días de la conquista, algo que afirma ya se consideraba cuando García Payón publicó sus descubrimientos en 1960.

La cabeza de Tecaxic-Calixtlahuaca, una extraña escultura de aspecto romano encontrada en un yacimiento de México

Y finalmente, la cuarta posibilidad es que, efectivamente, esta figurilla romana sí llegó de alguna manera y en algún momento del periodo precolombino a México, quizás a través de Asia. Aunque Smith afirma que duda seriamente de esta última opción, tampoco la descarta totalmente.

Hristov y Genovés añaden que quizás los restos de un barco fenicio o bereber llegaron a costas americanas, llevándose consigo la figura.

Hasta la fecha no se ha confirmado ninguna de las hipótesis ni se ha podido fechar la cifra con precisión. Tampoco se ha publicado ningún análisis estilístico o comparativo con obras romanas del supuesto período al que podría pertenecer, principalmente porque pocos investigadores quieren arriesgarse a verse envueltos en un tema tan controvertido.