Extraños objetos con forma de anillo encontrados en un yacimiento de la Edad del Bronce representan una forma única de producto a base de cereales, según un estudio publicado en la revista PLOS ONE por investigadores del Instituto Arqueológico de Austria.
Las prácticas agrícolas están bien documentadas en el registro arqueológico, pero no así la forma en que las culturas antiguas producían y preparaban los alimentos. En el estudio, Andreas G. Heiss y sus colaboradores describen anillos inusuales hechos de cereales encontrados en el yacimiento de Stillfried an der March, en la Edad del Bronce Final, en Austria.
Datado alrededor del 900-1000 a.C. En este asentamiento se han excavado materiales arqueológicos de alrededor de 100 pozos que se cree que se utilizaron para almacenar cereales.

El estudio se centra en los restos fragmentarios carbonizados de tres objetos en forma de anillo, cada uno de unos tres centímetros de diámetro. Los análisis confirman que están elaborados con masa derivada de cebada y trigo.
Los autores pudieron determinar que la masa estaba hecha de harina de buena calidad y probablemente luego se formó a partir de una mezcla húmeda de cereales y se secó sin hornear.

Este proceso de preparación que requiere mucho tiempo difiere de otros alimentos encontrados en el sitio, lo que lleva a los autores a sugerir que es posible que estos anillos de cereal no hayan sido elaborados para el consumo.
Además, tienen un parecido sorprendente con 14 anillos de arcilla interpretados como pesas de telar encontrados en la misma zona, lo que indica que pueden haber sido diseñados para imitarlos. El contexto inusual de estos anillos de cereales y el cuidado con el que fueron elaborados sugiere que pueden haber sido creados con algún propósito ritual desconocido, siendo así una forma de uso de cereales hasta ahora inaudita en el registro arqueológico.
El buen estado general de conservación de los fragmentos de anillos orgánicos sugiere que fueron depositados intactos en el fondo de la fosa y tapados intencionadamente, lo que permitió su conservación.