La ciudad siria de Palmira y su antigua ciudad de 2.000 años de antigüedad fueron tomadas este fin de semana por yihadistas de Daesh.
Las ruinas de la ciudad de Palmira en Siria, 27 de marzo de 2016.
Este fin de semana, tras una sucesión de informaciones contradictorias, el gobernador de la provincia de Homs (Siria), acabó confirmando en la televisión estatal siria que efectivamente elementos del grupo terrorista Estado Islámico (EI) han tomado las armas Palmira, ciudad catalogada como declarado Patrimonio de la Humanidad, tras obligar a las tropas gubernamentales a retirarse. Sin embargo, recuperaron su posesión en marzo de 2016 con el apoyo de Rusia. Esta ofensiva de Daesh fue lanzada el jueves 8 de diciembre, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH). Durante la noche del sábado al domingo 10 de diciembre, durante algunas horas, una oleada de ataques llevados a cabo por la fuerza aérea rusa había sugerido una retirada de los yihadistas.
Recordamos que el Estado Islámico, que se apoderó de la ciudad de Palmira en mayo de 2015, había cometido allí numerosos abusos y destrucciones, haciendo volar varios templos, como los de Bêl y Baalshamin. Los analistas dicen que el regreso del EI a Palmira se produce después de un año de reveses en Siria e Irak, justo cuando el ejército sirio está fortaleciendo su control sobre el este de Alepo. Al recuperar Palmira, el EI demuestra que conserva la capacidad de llevar a cabo grandes ataques a pesar de las importantes pérdidas sobre el terreno. Maamoun Abdulkarim, jefe de Antigüedades Sirias, dijo que su ministerio pudo transferir el contenido del museo de Palmira a Damasco, pero nuevamente temía por la seguridad de las famosas ruinas. Después de Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos), donde Francia presentó los días 2 y 3 de diciembre de 2016, en una conferencia internacional sobre el patrimonio en peligro, su proyecto de protección del patrimonio cultural amenazado por la "barbarie", y dos días antes de la inauguración en París, el 14 de diciembre, de la exposición Sitios Eternos en el Grand Palais, esta recuperación de la ciudad de Palmira demuestra la importancia que tienen todos los proyectos salvaguardar los sitios patrimoniales en peligro.
(con AFP)