Descubrimientos arqueológicos

En Perú se revelan las misteriosas aves de Nasca

Descubiertos en 1927 en Perú, algunos de estos geoglifos han sido reanalizados recientemente por un equipo japonés, con nuevos resultados.

En Perú se revelan las misteriosas aves de Nasca

Anteriormente descrito como un colibrí, este geoglifo de cincuenta metros de largo es en realidad una especie de gorrión.

¿Qué especies son las aves representadas en las enigmáticas líneas del desierto de Nasca en el sur de Perú? En una superficie de casi 500 kilómetros cuadrados fueron excavados en la tierra hace dos milenios por una civilización preincaica diseños geométricos y representaciones de plantas y animales. En total, 2.000 dibujos, algunos de los cuales son gigantescos, se extienden a lo largo de varias decenas de metros de longitud y requieren también tomas aéreas para ser captados en su totalidad.

Entre estos cientos de dibujos, sólo 16 representan aves. Pero son los que más han inflamado la imaginación a lo largo de los siglos, ya que algunos ufólogos han querido ver en estas figuras gigantes pistas de aterrizaje para extraterrestres. Científicos más serios, los ornitólogos japoneses dirigidos por Masaki Eda (Museo de la Universidad de Hokkaido, Japón) intentaron identificar con precisión estos dibujos en la última publicación del Journal of Archeological Science:Reports . Para ello, liberaron su arsenal taxonómico con el fin de caracterizar con precisión algunos de estos geoglifos.

Un método de identificación más científico

Hasta ahora, estas aves se habían identificado sólo a partir de impresiones generales o basándose en algunos rasgos anatómicos. Los investigadores fueron un paso más allá y consideraron el tamaño y la forma de los picos, alas, patas y cuellos y los compararon con los de aves reales que viven hoy en Perú. Resultado:una gran sacudida en la identificación anterior. Así, el colibrí de cincuenta metros de largo (foto), una de las figuras más famosas, cayó del árbol de su especie. Según los investigadores japoneses, sería más bien un simple gorrión. Otros glifos, hasta ahora no identificados, serían pelícanos. Sanción contraria para los dibujos que inicialmente se habían tomado para cóndores y flamencos y que, según los datos de los investigadores, no lo serían, sin que estos últimos pudieran ir más allá e identificar formalmente a los animales representados. Finalmente, en otra figura, los especialistas creen haber reconocido un embrión de loro inmaduro.

Los investigadores esperan ir más allá e identificar todas las figuras que aún faltan comparándolas con las aves que aparecen en las cerámicas desenterradas en la región y que datan de la misma época.