Descubrimientos arqueológicos

¿Cuándo y por qué dónde se utilizaron por primera vez las huellas dactilares en Estados Unidos?

Las huellas dactilares fueron utilizadas por primera vez en los Estados Unidos en 1892 por el Departamento de Policía de Chicago. Sin embargo, no fue hasta principios del siglo XX que las huellas dactilares se convirtieron en un método de identificación ampliamente utilizado en Estados Unidos. En 1903, se estableció la Oficina de Identificación Criminal del Estado de Nueva York, que fue el primer depósito de huellas dactilares a nivel estatal. En 1924, la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) estableció un depósito nacional de huellas dactilares. En la década de 1930, las agencias policiales de todo el país utilizaban las huellas dactilares.

El uso de las huellas dactilares como método de identificación se basó en el hecho de que las huellas dactilares de cada persona son únicas y no cambian con el tiempo. Esto hace que las huellas dactilares sean una forma ideal de identificar a las personas, incluso si están disfrazadas o intentan ocultar sus identidades.

Las huellas dactilares se crean mediante las crestas y valles de la piel de los dedos. Estas crestas y valles se forman por la forma en que se pliega la piel durante el desarrollo embrionario. El patrón de crestas y valles es único para cada individuo y permanece sin cambios durante toda la vida, incluso si cambia el tamaño o la forma de los dedos.

El uso de las huellas dactilares ha revolucionado el campo de la investigación criminal y ha ayudado a resolver innumerables delitos. Es una herramienta poderosa que todavía utilizan hoy los organismos encargados de hacer cumplir la ley en todo el mundo.