José Silverio Olaya Balandra mártir patriótico Nació en 1782 en el pueblo de San Pedro de Chorrillos, ranchería de pescadores y, a la vez, uno de los balnearios más famosos de la época. Es hijo de José Apolinario Olaya y Melchora Balandra. Al parecer sirvió a la causa libertadora desde muy joven, pues se dice que ya en 1820 llevaba mensajes de enlace entre Chorrillos y los barcos del escuadrón libertador que recién arribaba a las costas peruanas, al mando del marino británico. Thomas Cochrane.
Su padre murió en 1822 y al año siguiente conoció a Juana de Dios Manrique. , quien también apoyó la causa de la emancipación y cuyo nombre serviría de tapadera para las comunicaciones secretas entre los patriotas. En junio de 1823, tras la derrota del ejército libertador en las batallas de Torata y Moquegua , Lima fue ocupada por las tropas realistas del general José Canterac y el gobierno independiente tuvo que refugiarse en los castillos del Real Felipe, al igual que las fuerzas del ejército libertador al mando del General Antonio José de Sucre. . Era absolutamente necesario restablecer la comunicación entre los sitiados en el Callao y los patriotas en Lima, además de conocer los movimientos del ejército enemigo de ocupación. En tal circunstancia, Andrés Riquero , ex jefe de contabilidad y tío de Juana de Dios Manrique, sugirió a Sucre la posibilidad de utilizar la experiencia y valor comprobado de José Olaya. para tal misión. , quien por su trabajo realizaba continuos viajes entre el pueblo de Chorrillos y la isla de San Lorenzo, y no levantaría sospecha alguna.
Captura de José Olaya
El 27 de junio de 1823, cuando llevaba una carta de Sucre a Narciso de la Colina, el pescador fue descubierto -se dice que a raíz de que alguien lo delató- y capturado en la calle de Acequia Alta. Sometido a indescriptibles torturas por el brigadier Ramón Rodil, gobernador de la capital, se negó a revelar los nombres de los involucrados en las comunicaciones. Antes de su resolución, dos días después, el 29 de junio, fue baleado en el callejón de Petateros , ubicado junto a la Plaza de Armas de Lima, que hoy lleva el nombre del mártir. Se dice que, antes de morir, se dirigió a sus captores diciéndoles:
Si tuviera mil vidas, con gusto las daría por mi país .
En mérito a su conducta ejemplar, José Olaya es honrado hasta el día de hoy como patrón del brazo de Comunicaciones del Ejército.