La invención del reloj de sol se fusiona con la historia de dos civilizaciones antiguas, Egipto y Mesopotamia. Esta herramienta, adoptada más tarde por los romanos y los griegos, resultó muy útil para las organizaciones administrativas y, sobre todo, religiosas, que a menudo marcaban las actividades cotidianas. Hoy en día aún quedan numerosos relojes de sol de estas épocas, de diversas formas:esféricos, cóncavos, convexos, semiesféricos...
La invención del reloj de sol
Es el historiador griego Heródoto (v. 484-v. 420 a. C.) quien fue el primero en mencionar el antepasado del reloj de sol, llamado gnomon, inventado por los babilonios. Se puede adelantar la idea de que el gnomon se utiliza mucho antes de esta primera mención. El principio es sencillo:un palo plantado en el suelo proyecta su sombra sobre un plano en el que se pueden determinar, tras observaciones previamente establecidas, las horas del día y las épocas del año. El invento pasó a los egipcios, quienes crearon el verdadero reloj de sol vertical en el siglo XX a.C. Al mismo tiempo, los mesopotámicos inventaron el polo donde la sombra del estilo se proyecta sobre una media esfera hueca.
Un reloj de sol se compone de dos partes:el gnomon y el plano del reloj de sol. El gnomon suele consistir en una varilla de metal llamada estilo, paralela al eje de la Tierra y apuntando hacia el polo celeste. El plano de la esfera es la superficie sobre la que se trazan los veinticuatro meridianos, o líneas horarias. Un reloj de sol debe adaptarse a la latitud. Se utilizan tablas para calcular el tiempo universal a partir del tiempo solar, debido a que el tiempo solar es irregular, ya que la velocidad aparente del Sol varía durante el año. Los relojes de sol se utilizaban antes de que se extendiera el uso de relojes de pulsera, ya en el siglo XVIII.
Para ir más lejos
- 30.000 años de inventos de Thomas Craughwell. Gründ, 2009.
- Los 1001 inventos que cambiaron el mundo por Jack Challoner. Flammarion, 2010.