¡El mítico y tan comentado sumidero de la antigua Esparta "Caida" realmente existe! Un lugar tan mítico y del que se ha escrito tanto sobre él y su uso por parte de los antiguos espartanos, que la mayoría cree que no existe.
Y, sin embargo, Kaiadas existe y está ubicada en el pueblo de Trypi en Laconia, a pocos kilómetros de la ciudad de Esparta. Puede que no tenga la forma que la mayoría de la gente imagina, es decir, un enorme cráter en la tierra con una profundidad infinita, pero es igual de impresionante, especialmente de cerca.
Como informa el equipo de Up Stories, Kaiadas inicialmente parece un hueco en una colina cónica al final de la aldea, pero cuando te acercas a él, la vista se vuelve bastante impresionante. En la base de la fisura se crea una doble entrada con un flujo vertical de la que sale aire muy fuerte y frío y hasta donde se ve el interior da la impresión de que conduce al sarro de la tierra.
Mira a Kaiada desde arriba en un impresionante vídeo con drones:
Esta cueva puede estar relacionada con los testimonios antiguos sobre la forma y el propósito de Kaiada y, en particular, con su uso para tragarse a sus enemigos u otros convictos. Lo cual, por supuesto, es correcto ya que estaban tirando lo "no deseado" allí.
Según referencias históricas, Aristómenes, el héroe de la segunda guerra mesenia, fue arrojado por los espartanos a Keida junto con 50 prisioneros mesenios. Además, en Caias, los espartanos arrojaron el cadáver de su rey Pausanias, que había sido condenado a muerte por traición. La precipitación abisal se practicó incluso en Atenas, Corinto, Delfos y Tesalia.
En Tesalia, este lugar de castigo se llamaba ''Korakes''. Aún hoy, muy a menudo cuando algo o alguien nos hace enojar, le damos un billete sin retorno al cuervo… es decir, decimos la conocida frase “¡salve al cuervo!” La frase que se encuentra en los textos antiguos es "pêpein ἐs korakas".
Además de la evidente tortura, el castigo también contenía implicaciones metafísicas, ya que el cuerpo permanecía enterrado y el alma no podía ser redimida. Pero había lugares donde los ilotas dejaban que los ilotas criaran a niños deformes y enfermos. Probablemente Caiadas haya sido identificada erróneamente con los Depositantes, es decir, el lugar donde los espartanos depositaban a los niños no aptos, como menciona Plutarco y sólo él, en la vida de Licurgo.
Los investigadores modernos sostienen que sólo los niños con deformidades severas y no discapacidades menores, sino también los niños con embarazos no deseados, corrieron este destino.