Historia temprana
Los primeros registros escritos sobre la moringa se remontan al siglo I d. C., cuando se menciona en el texto sánscrito, el Charaka Samhita. En este texto, la moringa fue elogiada por sus propiedades medicinales y se usó para tratar una variedad de afecciones, incluidas diarrea, disentería e infecciones oculares.
Moringa en el Antiguo Egipto
La moringa también era conocida en el antiguo Egipto, donde se utilizaba como alimento y medicina. El Papiro de Ebers, uno de los textos médicos más antiguos del mundo, menciona la moringa como tratamiento para afecciones de la piel y como afrodisíaco.
Moringa en el Imperio Romano
La moringa también era conocida en el Imperio Romano, donde se utilizaba como alimento y medicina. Plinio el Viejo, un naturalista romano, escribió sobre la moringa en su Historia Natural, elogiando sus propiedades medicinales.
Moringa en la Edad Media
Durante la Edad Media, la moringa se introdujo en Oriente Medio y Europa. Los eruditos árabes escribieron sobre sus propiedades medicinales y se usaba para tratar una variedad de afecciones, como asma, bronquitis y cálculos renales.
Moringa en el mundo moderno
Actualmente, la moringa se cultiva ampliamente en las regiones tropicales y subtropicales de todo el mundo. Las hojas, semillas y flores de la planta se utilizan como alimento y medicina. La moringa se considera un superalimento debido a su alto contenido nutricional y se utiliza para tratar una variedad de afecciones, como la desnutrición, la anemia y la diabetes.
Moringa en Filipinas
La moringa se cultiva ampliamente en Filipinas y se la conoce localmente como malunggay. Se utiliza habitualmente en varios platos filipinos, como sopas, guisos y ensaladas. Las hojas, flores y vainas también se utilizan en la medicina tradicional para tratar diversas dolencias.