En 1731, Diallo fue capturado por traficantes de esclavos y llevado a América, donde fue vendido al propietario de una plantación de Maryland. Rápidamente se hizo conocido por su inteligencia y capacidad de aprender, y finalmente fue enviado a Londres para recibir educación.
En Londres, Diallo se reunió con miembros de la Royal Society, incluido el astrónomo Edmond Halley, y conoció los círculos intelectuales británicos. También trabajó como traductor y ayudó a compilar un diccionario del idioma mandinka.
Después de ser liberado de la esclavitud, Diallo regresó a África, donde se convirtió en un exitoso comerciante y líder de su comunidad. Se le considera una de las figuras más importantes de la historia de África occidental y ha sido ampliamente celebrado por sus logros.
La historia de Diallo es particularmente inusual porque pudo superar las dificultades de la esclavitud y lograr el éxito en un mundo que a menudo era hostil hacia los africanos. Es un testimonio de la fuerza y la resiliencia del espíritu humano y ha dejado un legado duradero para las generaciones venideras.