Nacido en 1775 en Fuentesecas, Zamora, Pablo Morillo Pronto adoptó la vida militar y se alistó en 1791 en la Infantería de Marina, dentro de la cual participó en las Guerras de Coalición (1792-1797) contra los revolucionarios franceses. Por los servicios prestados a la Royal Navy durante estos conflictos, fue ascendido al grado de sargento segundo en 1797, y volvería a servir en las Guerras Anglo-Españolas (1796-1802 y 1804-1808), donde participó en las dos Batallas navales más importantes. :Cabo San Vicente (1797) y Trafalgar (1805), en el que fue hecho prisionero a bordo del navío San Ildefonso.
La Guerra de Independencia La española (1808-1814) fue su principal escuela militar, como la de muchos jóvenes oficiales como él, y en ella llevó a cabo las primeras acciones importantes bajo su mando. Comenzó alistándose en junio de 1808 en el Regimiento de Infantería Voluntaria de Llerena, en el que fue colocado con el grado de subteniente. Apenas un mes después participó en la Batalla de Bailén , en el que llamó la atención del general Castaños, y tras el cual se colocó al frente de una de las muchas guerrillas que poblaron Extremadura. En concreto envió un grupo de doscientos hombres con los que recorrió durante todo el otoño el campo extremeño para derrotar a los grupos aislados del ejército francés. De esta época destacan sus actuaciones durante el asedio de Yelbes, en el que se le encomendaron misiones de exploración y espionaje del enemigo, entre los que se infiltró disfrazado hasta en tres ocasiones; así como la acción llevada a cabo contra ciento cincuenta jinetes franceses en Almaraz, que fueron puestos en fuga por Morillo y sus hombres tras matar a tres de ellos e herir a nueve. Su actividad en Extremadura le valió el ascenso al grado de teniente en diciembre de 1808.
Después de sofocar pacíficamente el motín del Ejército de Extremadura, durante el cual murió el general San Juan, Morillo fue ascendido al rango de capitán del Regimiento de Infantería Voluntaria Español en enero de 1809 para apoyar el levantamiento en Galicia liderado por el Marqués de La Romana . Durante su viaje hacia el norte, Morillo y sus hombres fueron capturados dos veces por los portugueses, que los tomaron por espías franceses, aunque lograron llegar el 21 de marzo para reforzar el asedio que el marqués de La Romana mantenía sobre Vigo. Ante la división del mando del ejército sitiador, cuatro mil paisanos que estaban activos en el asedio saludaron a Morillo como coronel y le ordenaron acceder a la rendición de la ciudad lo antes posible, lo que logró el 28 de marzo. /P>
Tras la toma de Vigo, Morillo se dedicó a hostigó la retirada del general Mancune hacia Santiago y Pontevedra, pero fue derrotado en el camino de Redondela y tuvo que retirarse también. Sin embargo, participó posteriormente en la toma de Santiago, tras lo cual tuvo que enfrentar el avance del mariscal Ney, a quien derrotó en la batalla de Puente Sampayo. La victoria del Ejército del Miño en Sampayo permitió al general MacKinley avanzar contra Santiago, donde Morillo entró con una división volante para perseguir a los franceses tras derrotarlos en el campo de La Estrella. Durante esta campaña, Morillo formó el Regimiento de Infantería de La Unión con aquellos hombres que habían estado bajo su mando en Sampayo, el cual lo seguiría incluso en las campañas al otro lado del Atlántico.
Tras finalizar la campaña de Galicia en 1810, Morillo regresó a Extremadura, donde se dedicó a hostigar a las fuerzas francesas más aisladas, así como a reenganchar a aquellos soldados que se encontraban dispersos. por los pueblos para evitar los destrozos que solían hacer los guerrilleros en los pueblos e imponerles disciplina. Participó en varios combates importantes, entre los que destaca el intento de toma de Badajoz. Por los servicios prestados por él, la Regencia decidió ascenderlo al rango de brigadier.
En abril de 1813, se formó cinco divisiones para el IV Ejército y Morillo fue colocado como comandante general a cargo del primero de ellos. Luego recibió la orden del duque de Wellington de dirigirse a Coria para ponerse a sus órdenes y retomar la ofensiva hacia Castilla. De marcha en marcha, las tropas españolas, portuguesas e inglesas pasaron de Castilla al País Vasco en persecución del rey José I, que se desplazó de Madrid a Valladolid, de Valladolid a Burgos, de Burgos a Miranda y de Miranda a Vitoria. En la batalla que siguió al encuentro de ambas fuerzas en las proximidades de Vitoria , fue Morillo quien inició el ataque y fue su división, junto con otras dos del general Hill, la primera en desalojar a los franceses de sus posiciones, a pesar de que resultó herido durante el combate. Por tales acciones recibió la cruz de Fernando VII y fue ascendido, por recomendación de Wellington, al rango de mariscal de campo en julio de 1813.
Después de la batalla, Morillo se dirigió hacia la frontera francesa para ocupar Roncesvalles y Valcarlos, tras lo cual envió algunos regimientos de cazadores al otro lado de la frontera y ganó poco para entrar en poco tiempo en territorio francés. Con motivo de una ofensiva general contra territorio francés, fue nuevamente ascendido al grado de teniente general y participó en la batalla de Orthez en febrero de 1814 contra el mariscal Soult, desalojando a parte del ejército francés de sus posiciones y siendo el primero en formar el bloqueo de la ciudad de Navarrens.
Pablo Morillo en América
La paz con Francia llegó poco después de la ofensiva de Orthez, pero no para nuestro protagonista. Al poco de llegar a Madrid fue nombrado capitán general de Venezuela y general en jefe de la fuerza expedicionaria que debía luchar contra los rebeldes estadounidenses.
La expedición partió en febrero de 1815 con el objetivo pacificar la capitanía general de Caracas, reconquistar Cartagena de Indias y apoyar al ejército realista en la Nueva Granada, comandado por el virrey Francisco de Montalvo. Posteriormente, se enviarían tropas excedentes a Perú y, si era posible, también a México, para ayudar en su pacificación. Aunque Morillo logró cumplir los primeros objetivos y reinstaurar a Francisco de Montalvo en la capital virreinal de Santafé de Bogotá, la suya fue una victoria inestable, ya que Bolívar amenazó con apoderarse nuevamente del centro del virreinato. Con un ejército diezmado por tres años de lucha, el Pacificador, como se conocía entonces a Morillo, se enfrentó al Libertador en la Tercera Batalla de La Puerta . A pesar de que los republicanos contaban con más del doble de fuerzas de Morillo, era imprescindible frenar el avance de Bolívar hacia Caracas, por lo que ordenó un primer ataque de la caballería realista para lograrlo. Aunque el primer asalto fracasó, dio tiempo suficiente a que los infantes realistas se unieran a la lucha al mando del propio Morillo para romper las líneas republicanas, aunque esto le costó una grave herida.
Esta fue, nuevamente, una victoria inestable y temporal, pues tiempo después Bolívar logró imponerse a los realistas en la batalla de Carabobo. mientras que Morillo obtuvo su ansiado retiro en la Península, donde se convertiría en uno de los más fieles seguidores de Fernando VII e Isabel II, a quienes defendió durante toda su vida.
Bibliografía
Cuño Benito, J. (2018) “La expedición de Morillo a la Nueva Granada” en Desperta Ferro Historia Moderna #33.
Rodríguez Villa, A. (1920) Teniente General Don Pablo Morillo I. Madrid:Editorial América.
Sevilla, R. (1920) Memorias de un oficial del ejército español:campañas contra Bolívar y los separatistas americanos . Madrid:Editorial