Oposición a la Sociedad de Naciones: El Tratado de Versalles incluyó el establecimiento de la Liga de Naciones, una organización internacional destinada a prevenir guerras futuras. Muchos senadores estadounidenses se opusieron a la Liga por temor a que infringiera la soberanía estadounidense y enredara a Estados Unidos en conflictos extranjeros.
Sentimiento aislacionista: Después de la devastación de la Primera Guerra Mundial, en Estados Unidos existía un fuerte sentimiento de que el país debía centrarse en sus propios asuntos internos y evitar involucrarse en los asuntos europeos. Este sentimiento aislacionista hizo que a Wilson le resultara difícil convencer a los senadores de que ratificaran un tratado que comprometería a Estados Unidos con responsabilidades internacionales.
Oposición política: El Partido Demócrata de Wilson perdió el control del Senado en las elecciones intermedias de 1918, lo que le hizo más difícil conseguir la mayoría de dos tercios necesaria para la ratificación. Los senadores republicanos, muchos de los cuales eran aislacionistas o críticos del tratado, desempeñaron un papel clave en el bloqueo de su aprobación.
Movimiento Reservacionista: Algunos senadores estaban dispuestos a ratificar el tratado pero sólo con reservas, lo que habría alterado o añadido condiciones a las disposiciones del tratado. Wilson se opuso a cualquier cambio al tratado, argumentando que debería ratificarse sin reservas. Esta insistencia llevó a un punto muerto entre Wilson y los reservacionistas, complicando aún más las posibilidades de ratificación.
Percepción errónea del público: Wilson no logró comunicar eficazmente la importancia del tratado al público estadounidense. Muchos estadounidenses desconocían las disposiciones del tratado y los beneficios que podría traer al país y al mundo. Esta falta de comprensión contribuyó a las dificultades para generar apoyo público para el tratado.
En resumen, la incapacidad del presidente Wilson para lograr la aprobación del Senado para el Tratado de Versalles puede atribuirse a una combinación de factores, incluida la oposición a la Sociedad de Naciones, el sentimiento aislacionista, la oposición política, el movimiento reservacionista y la falta de apoyo público.