1. Fin de la guerra de Crimea: El Tratado de París marcó oficialmente el fin de la Guerra de Crimea, que había estado en curso desde 1853. Puso fin al conflicto entre el Imperio Ruso y una alianza del Imperio Otomano, Francia, el Reino Unido y Cerdeña.
2. Pérdidas territoriales rusas: Rusia enfrentó importantes pérdidas territoriales como resultado del tratado. Tuvo que ceder el sur de Besarabia a Moldavia (que estaba bajo soberanía otomana) y devolver la fortaleza de Kars al Imperio Otomano.
3. Neutralización del Mar Negro: El Mar Negro fue declarado territorio neutral, lo que significa que ninguno de los firmantes permitió buques de guerra ni fortificaciones en las costas del mar. Esta disposición tenía como objetivo reducir la presencia e influencia naval de Rusia en la región.
4. Conferencia Internacional sobre los Principados del Danubio: El tratado estipulaba que se celebraría una conferencia internacional para determinar la futura organización y el estatus de los principados danubianos de Moldavia y Valaquia (la actual Rumania). El objetivo era establecer una administración más autónoma y unificada en estas regiones.
5. Revisión de la Convención del Estrecho: El Tratado de París revisó la Convención del Estrecho de 1841, que regulaba el paso de los buques de guerra a través del Bósforo y los Dardanelos. La nueva convención reafirmó el control del Imperio Otomano sobre el estrecho y prohibió la entrada de cualquier buque de guerra extranjero sin el consentimiento otomano.
6. Garantía de integridad otomana: Las principales potencias europeas, incluidas Francia, Gran Bretaña y Austria, garantizaron colectivamente la integridad territorial y la independencia del Imperio Otomano. Esta disposición tenía como objetivo prevenir conflictos futuros y salvaguardar la soberanía otomana.
7. Admisión del Imperio Otomano al Concierto de Europa: El tratado marcó un paso significativo en la integración del Imperio Otomano en el sistema político europeo. El imperio fue reconocido formalmente como miembro igual del "Concierto de Europa", que era un grupo de importantes potencias europeas que tomaban decisiones colectivas sobre asuntos internacionales.
8. Impacto a largo plazo: El Tratado de París tuvo implicaciones a largo plazo para la diplomacia y la dinámica de poder europeas. Debilitó la influencia de Rusia en la región del Mar Negro y solidificó la posición del Imperio Otomano como actor clave en la política internacional. El tratado también sentó las bases para futuros conflictos y rivalidades entre las potencias europeas, incluido el eventual ascenso de Alemania como potencia importante en Europa.